💀Capítulo 1💀

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Mi hermano usó el encantamiento imperius para que no fuéramos descubiertos.

Perfecto.

Usar los maleficios imperdonables solo porque estamos en guerra y tenemos que salvar al mundo.

Para nada ilegal.

Pero como dice el dicho "en tiempos de guerra, cualquier hoyo es trinchera".

Bueno, tengo que dejar de escuchar las tonterías que charlan Ron y Draco.

Volver a ir por esos carriles subterráneos en aquel pequeño carro me traía muchos recuerdos de cuando inició todo. El duende que estaba hechizado estaba atontado mientras Griphook manejaba el cacharro que parecía ir sin control por los carriles. Se volvió mi pensamiento una realidad cuando vimos las vías rotas al frente junto a una cascada.

- ¡¿Qué sucede, Griphook?! - exclamó Harry preocupado.

- ¡No es obvio, Potter! - dramatizó Draco -. ¡Vamos a morir!

Pasamos por el chorro de agua que sentí que se coló hasta los huesos y me abracé a mi misma por el frío. Griphook logró detener el carro y todos soltamos un suspiro aliviado.

- Okey - sonrió Draco -. Ya no vamos a morir.

Dos segundos después estaban gritando por nuestras vidas mientras caíamos en el vacío. El carro, tras sonar una alarma, nos dejó caer. Era la única que no podía hacer mucho más que ver el suelo aproximarse de manera peligrosa.

Tres metros.

Dos metros.

Mi mente hizo clic. Extendí mis manos como pude, la niebla verde salió de ellas al instante.

Un metro.

<<Arresto momentum>> pensé.

Todos nos detuvimos cuando estábamos a punto de impactar contra el suelo. Pare el encantamiento y chocamos levemente contra la fría losa de piedra.

- Bien hecho, Grace - me sonrió Hermione.

Draco se quedó boca abajo, como abrazando el suelo. Se veía agradecido de seguir con vida. Harry me miró y luego a Hermione.

- Ay no, otra vez son ustedes.

- La perdición del ladrón - explicó Griphook -. Lava todos los encantamientos. Puede ser letal.

- ¡No! ¿En serio? - ironizó Ron -. Y por curiosidad ¿hay alguna otra salida?

Griphook negó. Suspire, cansada del duende. Bogrod, al salir de su trance, nos miró extrañado.

- ¿¡Qué demonios hacen ustedes aquí abajo!? - dijo alterado -. ¡Ladrones!

- Imperio - se apresuró a hechizarlo de nuevo Harry.

Lo legal ante todo.

Seguimos a Griphook a pie el resto del camino por la caverna, caminamos durante unos minutos hasta que nos detuvimos de golpe. A unos metros había un dragón encadenado, el cual, mire impresionada. Me llamó la atención la cantidad de heridas y cicatrices que tenía. Nos acercamos con cautela y Griphook nos entregó unos extraños artilugios de metal que había en una caja.

Lo hizo sonar y el dragón automáticamente se echó para atrás protestando. Lo miré curiosa.

- Lo entrenaron para sentir dolor cuando escuche ruido - explicó el duende.

Hermione y yo nos miramos muy indignadas.

- Son unos bárbaros - dijo ella y yo asentí.

Fuimos caminando poco a poco haciendo sonar el metal. Al llegar al otro lado nos apresuramos a la bóveda, utilizamos a Bogrod como llave y entramos en la bóveda de Bellatrix. La puerta se cerró a nuestras espaldas, sobresaltándonos. Luego, todo quedó en silencio.

𝑨 𝒍𝒂 𝑺𝒐𝒎𝒃𝒓𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝑬𝒍𝒆𝒈𝒊𝒅𝒐 || 𝑫𝒓𝒂𝒄𝒐 𝑴𝒂𝒍𝒇𝒐𝒚 ღDonde viven las historias. Descúbrelo ahora