𝑨 𝒍𝒂 𝑺𝒐𝒎𝒃𝒓𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝑬𝒍𝒆𝒈𝒊𝒅𝒐 || 𝑫𝒓𝒂𝒄𝒐 𝑴𝒂𝒍𝒇𝒐𝒚 ღ

💎Capítulo 4💎

Llegamos a la estación y ya era de noche. El tren sonó para avisar su llegada y todos empezamos a descender del tren ya con nuestras túnicas escolares colocadas. Una gran cara familiar merodeaba fuera del tren con una lámpara para poder vernos.

— Los de primer año ¡Vengan conmigo! — Exclamaba con voz fuerte Hagrid — ¡Los de primer año por aquí!

Al bajar los tres observamos todo a nuestro alrededor para luego dirigirnos hacia donde estaba el hombre llamándonos. Nos acercamos para quedar justo al frente. Hagrid nos saludó y Ron se mostró sumamente sorprendido por la estatura de Hagrid, pues no se ve un hombre de casi tres metros.

— ¡Aquí están los botes! — Dijo a la multitud de primer año que se agrupó frente a él — Síganme.

Se dio la vuelta y comenzó a caminar mientras todos caminábamos rápido para poder seguirle el paso. Subimos a los botes, cada uno de cuatro estudiantes iluminado con una farola en popa y la otra en proa. El agua del lago reflejaba la luz de la luna y también la de nuestros faroles. Frente a nosotros se podía apreciar un gran castillo sobre la montaña, cuyas luces le otorgaban un aire místico y atrayente en medio de lo gris de la noche.

— Es hermoso — Le dije a los chicos.

— Es alucinante — Confirmó Ronald.

Harry asintió sin despegar sus ojos del gran monumento que ahora era nuestro colegio.

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Hagrid nos dejó junto a la puerta principal indicándonos cómo seguir, debíamos subir hasta encontrar a una de las profesoras a la puerta del gran comedor, quien nos guiaría hasta nuestro destino.

— Hogwarts es alucinante — Dije — Pero porque tiene tantas escaleras.

Los chicos se rieron de mí y seguimos subiendo. Llegamos al siguiente piso y finalmente encontramos a una dama alta, de cabello entrecano, sombrero puntiagudo y túnica verde. Se veía muy seria para los años que aparentaba, pues las arrugas apenas empezaban a marcar su rostro.

— Bienvenidos a Hogwarts — Nos saludó ella — Ahora, en un momento pasaran por aquí para reunirse con sus compañeros; pero antes de tomar sus asientos serán seleccionados para sus casas. Son Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin — Concluyó la mujer. Eso me recordó lo que me contó Malfoy en la tienda de túnicas — Mientras estén aquí, su casa será como su familia. Con sus triunfos ganan puntos, si no respetan las reglas los perderán y al final del año la casa que tenga más puntos recibirá la Copa de las Casas.

Los tres nos miramos sorprendidos y nerviosos.

— ¡Trevor! — Gritó un chico desde atrás y corrió hasta el frente para tomar una rana que estaba justo al frente de la profesora. El chico miró hacia arriba nervioso — Lo siento — Así volvió a la parte de atrás del montón.

— La ceremonia de selección comenzará en un instante — Concluyó la mujer y se fue.

De repente una voz familiar inundó la estancia:

— Es cierto, lo que decían en el tren — dijo Draco — Harry Potter ha venido a Hogwarts.

Los murmullos empezaron entre los alumnos, y el chico continuó.

— Ellos son Crabbe y Goyle — Presentó a los chicos que estaban junto a él — Yo soy Malfoy, Draco Malfoy.

Volví a reír y el pelirrojo sonrió conmigo. Malfoy nos miró a ambos, a mi confundida y a Ron con mirada despectiva. Frunció el ceño y hablo a mi amigo.

— ¿Crees que mi nombre es gracioso? No tengo que preguntarte el tuyo — Draco lo miró de arriba a abajo — Esa cara y esa ropa usada y vieja. Debes ser un Weasley.