~ ¿Quién iba a decir que las serpientes conquistan tan bien? ~ Grace ღ
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A la vida de una chica siempre llegan tres amores: su mejor amigo, su primer amor y el amor de su vida, pero hay uno que siempre se queda en su corazón. Grace esta a punto de...
Mi hermano abrió los ojos y ver su color verde me tranquilizó. Parecía desorientado pero poco a poco entró en sí mismo. Le extendí sus gafas y se las colocó para después incorporarse. El profesor Lupin le tendió un trozo de dulce.
- Harry come esto, te ayudará - dijo Lupin -. Es chocolate.
- ¿Qué era esa cosa que subió? - preguntó mi hermano.
- Un dementor, un guardia de Azkaban, ya se fue - explicó el profesor -. Buscaba en el tren a Sirius Black. Debo hablar con el conductor. Disculpen.
Dicho esto salió del compartimiento y Harry empezó a comer su chocolate. En cuanto estuvimos solos me sentí mucho más segura y en confianza, aunque el profesor Lupin no me parecía un extraño. Su rostro me daba aires familiares pero no comprendía el porqué.
- ¿Qué me pasó? - preguntó Harry.
- Pues te desmayaste - respondió Ron -. Pensamos que te había dado un ataque.
- ¿Y ninguno de ustedes se desmayó?
- No - contesté -. Solo me sentí extraña, era como estar triste.
- Pero alguien gritaba, una mujer.
- Nadie gritaba, Harry - dijo Herms.
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Estar de regreso en Hogwarts era increíble, la sensación de estar en casa me invadió desde que vimos el castillo a la distancia al bajar del tren. Me sentía mucho mejor aquí, sabía que Sirius Black no atacaría a mi hermano en cuanto estuviéramos en los terrenos seguros del colegio. Era todo un alivio.
- Sean bienvenidos a otro año en Hogwarts - nos saludó el director -. Quisiera decir unas palabras antes de que nuestro excelente banquete los deje aturdidos. Primero, me alegra recibir al profesor R.J Lupin quien ha accedido a ser el profesor de defensa contra las artes oscuras. Suerte, profesor.
Todos aplaudimos y el profesor Lupin nos saludó desde su puesto en la mesa principal.
- Claro, por eso te dio el chocolate, Harry - dije.
- Potter - escuchamos una voz familiar.
Nos dimos la vuelta y Draco estaba ahí. Por su expresión sabía que iba a molestar.
- Potter ¿Te desmayaste? - se burló.
Blaise Zabini a su lado e hizo un expresión exagerada de desmayo, los demás rieron.
- ¿Potter, te desmayaste? - insistió.
Ron tomó a Harry del brazo y lo giró para que lo ignorara.
- Cállate, Malfoy - murmuró el pelirrojo.
Draco siguió riéndose. Me di la vuelta para verla molesta.
- ¡Cállate, Draco! No nos molestes ahora.
Malfoy se quedó en silencio y me di la vuelta satisfecha. Estaba empezando a considerar que era el ambiente escolar el que lo volvía tan insoportable y difícil de comprender.
