~ ¿Quién iba a decir que las serpientes conquistan tan bien? ~ Grace ღ
A la vida de una chica siempre llegan tres amores: su mejor amigo, su primer amor y el amor de su vida, pero hay uno que siempre se queda en su corazón. Grace esta a punto de des...
Salimos de la casa a toda prisa detrás del profesor Moody.
- ¿A dónde vamos? - pregunté.
- La carta dijo que habíamos sido expulsados - recordó Harry.
- Pues aún no es verdad - contestó el profesor -. Kingsley tu en la punta.
- Si, claro - contestó el hombre moreno.
- Pero la carta dijo... - empecé.
- Dumbledore persuadió al ministerio de suspender tu expulsión hasta después de la audiencia - explicó Kingsley.
- ¿Audiencia? - preguntamos.
- Tranquilos, chicos - habló la chica -. Se los explicaremos al llegar al cuartel.
- Shh - la regañó Moody -. Aquí no Nymphadora.
- No me llames Nymphadora - gruñó la bruja mientras su cabello se ponía rojo de la rabia.
Mire encantada como cambiaba de color. Había escuchado de los metamorfomagos pero nunca había visto uno en persona, era genial. Moody dio unos golpecitos en el suelo con su bastón y la chica sacudió la cabeza y su cabello volvió al rosa de antes. Como de la nada aparecieron varias escobas, antes de poder procesarlo ya tenía mi saeta de fuego en la mano.
- Nadie rompe la formación - ordenó Moody -. Si uno muere, los demás continúan.
Comenzamos el vuelo, subiendo hacía el cielo oscuro hasta que Privet Drive se perdió de mi vista entre las nubes.
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Aterrizamos en una calle desolada frente a un conjunto residencial. Los muggles que allí habitaban no parecían haber notado que varios sujetos extraños habían bajado de escobas mágicas, lo que significaba que no nos habían visto. Moody alzó un papel frente a nuestros ojos, sorprendiéndonos.
"El número 12 de Grimmauld Place".
- Pero que... - murmuré confundida.
Moody volvió a guardar el papel sin mayores explicaciones y dio tres golpes al suelo con su bastón. La tierra vibró bajo nuestros pies, fije mi vista en el edificio. Las paredes se movían, parecía que los edificios se separaban. Harry lo miraba con la boca abierta, subí mi mano y le cerré la boca moviéndole la mandíbula hacía arriba.
Finalmente, el edificio dejó de moverse y una puerta con el número doce quedó frente a nosotros. A simple vista era igual a cualquier otra, nadie imaginaría que estaba oculta por la magia.
- Adelante - nos dijo Moody.
Entramos por la puerta y un largo pasillo se abrió ante nosotros. Me recordó a una atracción de casa embrujada, por las telarañas, tapiz viejo y cuadros extraños. Al fondo del pasillo se escuchaban susurros detrás de una puerta azul, Harry y yo nos miramos con desconfianza.
Los demás pasaron frente a nosotros. Nymphadora le guiñó nos guiñó el ojo siguiendo con su camino, pero tropezó sobresaltando a Kingsley. Sonreí divertida. Ya con la puerta abierta nos acercamos para ver las figuras que estaban en una especie de reunión. Como primera figura vi al padrino de Harry, justo en el centro de la mesa estaba sentado Sirius. A su lado, con Sirius pasándole el brazo por los hombros estaba Lupin. Ambos sonreímos, hasta ese momento no me había dado cuenta de lo mucho que los había extrañado.