Avis caminaba por la calle, un mes pasó volando desde que comenzó a entrenar, pero, aunque todo le parecía irreal y fantástico continuaba sin tener ese deseo de amar lo que hacía o siquiera tener el deseo de proteger a otros. Nunca lo habían protegido, ¿por qué él sí tendría que?
Su vida no valía nada, al final de cuentas daba igual si moría o no. Nadie lo sabía, pero habían sido varias las veces que había intentado acabar con su vida. Al menos la plata parecía ser buena opción, pero dado que aún no entraba oficialmente la «organización» no percibía ningún penique. Comía, bebía y vestía por la Finca.
Se sentía sumamente agotado, prácticamente todos los días había tenido misiones como observador, tenía algunas heridas en el cuerpo y había visto las cosas más horribles y de miedo que pudiera haber imaginado alguna vez. Desde un Descarnado que asolaba un antiguo panteón junto Maysha, un brujo oscuro que secuestraba chicos adolescentes para crear híbridos entres humano y demonio con Zeke y una fábrica infestada de parásitos sobrenaturales junto con los gemelos que solo recordarlos le daban nauseas.
―Se me antoja un porro ―murmuró. No tenía plata para comprarlo así que decidió hacer lo que mejor sabía. Aprovechando que ya tenía permisos para salir y entrar libremente en la Finca.
*****
―¡Oh, sí!... eres buena chupando maldita puta ―dijo aquel hombre lanzándole unos billetes. Avis no se sintió ofendido. Esa clase de insultos eran habituales. No le causaban daño.
―¿Pero que estoy haciendo? ―se dijo mirando la plata―. ¿Para qué arriesgar mi vida si hay formas más fáciles de conseguir plata?... ¡bien, a por ello! Y que se jodan ese grupito de anormales...
Avis tomó una fuerte decisión, abandonaría al grupo. El dinero fácil era una mejor opción. Llegó hasta un concurrido antro, donde el alcohol y las drogas gobernaban cada sentido de los presentes. Avis se quitó algo de ropa decidido a encontrar clientes que pagaran un buen polvo y así lo consiguió.
Dentro del mismo local existían unos cuartos donde podían tener sexo por unas cuantas monedas. Avis regresó del baño luego de lavarse y haber tenido sexo, pero aquel hombre horrendo ya no estaba. Avis se comenzó a vestir, pero su piel se erizó como si algo malo fuera a pasar, se puso en alerta. Vestido solo con el pantalón salió al pasillo que lucía oscuro y solitario. Siguiendo sus instintos llegó hasta donde los clientes no tenían acceso, era como si sintiera que una vida estuviera en peligro. Sus dedos se quedaron a milímetros del pomo de la puerta, dudó sobre qué estaba haciendo.
Abrió lleno de dudas y encontró un pasadizo que bajaba hacia una oscuridad inmensa. Se dio la vuelta, pero algo dentro de él no lo permitió. Corrió hasta la habitación y se puso su camisa y recogió sus cosas. Regresó y comenzó a bajar alumbrando la oscuridad con la lámpara de su viejo móvil. Era un túnel pedregoso y largo, conforme avanzaba le pareció escuchar unos gritos. Llegó hasta puerta llena de herrumbre.
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Nuevo Génesis: la rebelión del ángel.
FantasyLibro 1: Y se movía sobre la faz de las aguas y dijo: sea la luz; y fue la luz, se separaron la luz y las tinieblas, pero cuando yo nací solo eran tinieblas. Nací bajo un cielo oscuro que predecía tormenta sin estrella alguna que guiara mi destino y...