Libro 1:
Y se movía sobre la faz de las aguas y dijo: sea la luz; y fue la luz, se separaron la luz y las tinieblas, pero cuando yo nací solo eran tinieblas.
Nací bajo un cielo oscuro que predecía tormenta sin estrella alguna que guiara mi destino y...
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Meses después...
Apenas amanecía sobre la región, pero en la Finca Bleu ya todos estaban despiertos y en una junta, Alastair cabeceaba de sueño; Alexia, revisaba su móvil y aparentemente leía algo en una aplicación naranja; Zeke y Maysha, bebían café y discutían temas de geopolítica; Ruber, leía un libro de un grosor monstruoso; Y Avis, estaba de pie y el silencio en una esquina. Hasta que llegó el capitán.
―Buen día, «Cap», ¿por qué estamos en las mazmorras? ―preguntó Ruber.
―No podemos arriesgarnos a que se filtre información las cosas están sabor de hormiga como dirías tú, aquí abajo es seguro. Chicos, esto es grave y solo en vosotros confío ―ante el silencio expectante continuó―. Ruber, ¿me prestas ese aparato proyector? Gracias ―colocó un pequeño chip en una especie de brazalete―. Durante la visita y batalla en la mansión de los Vera, el Cuarto logró entregarme esto y antes de ser devorada me dijo: mensaje codificado entre el Primer y el mal, no confíes en él.
Se proyectó un tubo de luz que los rodeó y ante ellos un mensaje codificado apareció flotando.
―¿«Cap» qué dice? ―preguntó Zeke.
El capitán metió unos códigos al aparato y los símbolos cambiaron de forma.
―Me ha tomado muchos meses, pero tras la recodificación obtenemos este mensaje, aunque como pueden ver está incompleto, faltan caracteres y eso que he consultado a Iskender tratando de entender ese lenguaje, pero ni él lo ha podido descifrar y no existe en nuestros registros.
―¿Quién es Iskender? ―le preguntó Avis a Alexia.
―Un aluxe muy viejo que vive al sur del país.
Avis le preguntó que era un aluxe y Alexia le explicó.
―Prueba con la base de datos de Andros, espera ―carraspeó―: código maestro, llave de apertura: «Chubby Kitten».
Alastair pegó tremenda carcajada que se fue para atrás, el aparatito respondió: «código aceptado, ejecutar orden en espera».
―¿Y le digo que traduzca?
―Síp.
―Error, imposible traducir. No existen coincidencias, intente nuevamente.
―¡Es imposible, inverosímil, los registros lingüísticos del Imperio de extienden desde las primeras lenguas es inconcebible que ni nosotros tengamos conocimientos de esta lengua! ―Ruber se tapó la boca.
―¿Tal vez está en otro código? ―preguntó Maysha.
―No ―negó Ruber―. El sistema lingüístico no solo encuentra idiomas sino también entre todas las posibles formas de códice, en esos segundos no solo buscó coincidencias lingüísticas sino hizo millones de calcula matemáticos y así, para encontrar el significado.
