Libro 1:
Y se movía sobre la faz de las aguas y dijo: sea la luz; y fue la luz, se separaron la luz y las tinieblas, pero cuando yo nací solo eran tinieblas.
Nací bajo un cielo oscuro que predecía tormenta sin estrella alguna que guiara mi destino y...
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Una semana pasó con extrema velocidad, días que aprovecharon para sanar gracias a la medicina avanzada que manejaba Ruber, así como para entrenar pues después del incidente del hospital no había sucedido gran cosa. Las aguas parecían calmadas. Avis un poco más tranquilo se acostaba tarde estudiando los libros antiguos, códices y demás y se despertaba desde las cinco para entrenar, sobre todo con Ruber, las artes marciales.
―El chico a pesar de todo es bueno ―comentó muy a su pesar Maysha viendo como este daba unas cabriolas y saltaba esquivando los ataques.
―Incluso aun cuando realmente no hay un deseo fuerte que lo impulse a luchar.
―Y a ti, ¿qué te impulsa Zeke?
―Muchas cosas, tengo demasiadas deudas que cobrar, pero la más importante es la venganza, eso es.
―Antes de embarcarse en un viaje de venganza, cave dos tumbas ―dijo Alastair llegando.
―Confucio, aun así, yo soy inmortal ―le respondió con sorna.
―Por cierto, no les he contado, pero vi a la Planchada en ese hospital. ¿Por qué nadie me cree? ―se quejó.
―¡Chicos! ―los llamó Aléxandros entrando al gimnasio. Avis que estaba volando dando giros se distrajo errando la dirección, pero Ruber lo cogió al vuelo evitando que cayera y provocando que este se sonrojara. Todos se dirigieron a la sala de juntas.
―Tenemos trabajo ―les entregó unos folders―. Hallaron a este hombre muerto...
―¡Qué asco! ―agregó Alastair al ver las fotos del estado del cadáver.
Se escucharon también las arcadas de Avis.
―Sí, al parecer le sacaron toda la sangre y según el reporte le devoraron la mayoría de órganos.
―No, no fue eso ―interrumpió Maysha―. Esto es... estas marcas, los órganos faltantes... es...
―Nigromancia ―completó Zeke.
―Tenemos que investigar, esto es demasiado ―se notaba el enojo de Aléxandros―. ¡Salimos de inmediato!
―Avis, vamos... ¿Avis?
―Perdón ―reaccionó ―Avis estaba distraído, tenía la mirada inescrutable mirando una de las fotos de la víctima.
Como era habitual primero Zeke, Maysha y Alastair llegaron antes para investigar la zona de incognito. Aquel crimen había sucedido en la oficina del director de un viejo orfelinato. Algunas horas después el resto del equipo llegó.
―Por aquí ―les indicó una joven policía―. ¿Ustedes son de investigaciones especiales? Algún día espero llegar a ser de investigaciones especiales, es un trabajo... ―la chica hablaba hasta por los codos durante todo el trayecto hasta el lugar del crimen―. Y como decía...
