Libro 1:
Y se movía sobre la faz de las aguas y dijo: sea la luz; y fue la luz, se separaron la luz y las tinieblas, pero cuando yo nací solo eran tinieblas.
Nací bajo un cielo oscuro que predecía tormenta sin estrella alguna que guiara mi destino y...
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―Entonces ―dijo Avis entrecerrando los ojos―. Rojo ya tuvo vacaciones, la Maysha también y creo que todos, incluso Zeke ahora mismo está de descanso. ¿Por qué yo no?
―Porque tú llevas relativamente poco tiempo, no tienes un número significativo de misiones acumuladas ―le dijo el capitán revisando unos documentos.
―¡No es justo! Ahora tengo suficiente dinero y no he podido comprar o hacer cosas porque el trabajo no da tiempo.
―Ay, bueno, elige una misión más y te autorizo el descanso ―le respondió fastidiado―. Sí la que quieras, en ese cajón están las misiones de baja importancia para la semana. Está bien, lleva a quien gustes, solo déjame trabajar tengo demasiado papeleo.
︵‿︵‿︵‿︵
―Bien ―dijo Avis sentado en la sala común revisando un folder―. Esta escuela. Aquí dice que hay apariciones, una chica con crisis nerviosa. ¿Una desaparecida y hallada muerta hace meses?... parece un buen caso. Ahora, ¿quién me acompañará?
―A mí ni me veas ―dijo Maysha pasando por ahí con unos muñecos tenebrosos.
―¡No pensaba decirte!
―No puedo ―dijo Alexia apenada―. Yo también debo ir a un lugar.
Avis se dirigió a los laboratorios. Ruber estaba vestido con su bata blanca y portaba unos lentes de protección mientras mezclaba unos químicos.
―Rojo...
―No iré contigo, hasta que no te vacunes ―le dijo tajante.
―¡No quiero no me gustan las agujas!
―Lo sé, pero debes prevenir enfermedades.
―Pues bien. Iré solo.
―¿Seguro? Qué bueno que ya no te den miedo los fantasmas, porque según puedo leer este informe es un horroroso fantasma que se aparece en los baños. Ya sabes, fantasmas intangibles, no los puedes tocar y atraviesan paredes... en la noche donde hay mucha oscuridad y en una escuela embrujada ―Ruber puso una cara graciosa al ver que Avis ya estaba sudando.
―Está bien ―se sentó en una sillita y se descubrió el brazo―. De pronto me interesa la prevención de enfer... ¡ay, me dolió!
• • • • • • •
El director los recibió por la tarde en la escuela.
―Muchas gracias por venir. No sé qué está pasando, pero esta semana ya van cuatro chicas con crisis y ataques de pánico. Dicen que una mujer horrible se aparece en los baños de mujeres. Yo no creía, pero... agradezco su presencia. ¿Lo harán durante la noche? Bien entonces les entregó las llaves. Mucha suerte.
La noche cayó con celeridad. Pese a ser una misión sencilla Avis sentía una pesadez en el estómago. Realmente no le agradan los fantasmas. Avis se vistió con su traje de campo y salió junto con Ruber de la oficina del director. Los pasillos lucían tenebrosos. Las lámparas no daban suficiente luz. Avis sacó un par de lámparas de mano para iluminar el camino.
