Libro 1:
Y se movía sobre la faz de las aguas y dijo: sea la luz; y fue la luz, se separaron la luz y las tinieblas, pero cuando yo nací solo eran tinieblas.
Nací bajo un cielo oscuro que predecía tormenta sin estrella alguna que guiara mi destino y...
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Avis se sacudió el polvo y se tambaleó un poco. Por un instante se arrepintió de estar atrapado dentro de una burbuja mágica con un demonio enorme y con miles de tentáculos carnívoros saliendo de un hospital maldito; y luego, tuvo que repetirse la situación en cuestión porque parecía ridículo.
―¡Reporte de daños! ―exigió Aléxandros.
―Herel, con múltiples cortadas y perdiendo sangre, pero puede pelear; yo, con ambos antebrazos fracturados, pero creo que aún puedo moverme y ser de ayuda ―comenzó a decir Alastair―. Rojo, con varios golpes, pero nada de importancia; Zeke, inmortal como siempre; y Maysha, con el peroné izquierdo roto y amargada como siempre... ¿Avis?
―U... un par de costillas rotas y la clavícula derecha fracturada ―respondió este con mucha dificultad pues tan solo el respirar le provocaba un dolor infernal.
―¡Bien! ―dijo Aléxandros―. Al menos estamos vivos.
―¿Qué hacemos, «Cap»? ―preguntó Ruber.
―¿Puedes transformarte?
―Sí.
―Bien, primero yo y Zeke vamos a entretener al categoría equis mientras ve detrás de esas bodegas y trata las heridas con rapidez, luego alcánzanos ―extendió sus manos haciendo una posición e hizo aparecer varios círculos mágicos―. Prepárense para actuar todos, lo siento, no hay otra forma... ¡ahora! ―de los círculos salieron potentes lenguas de fuego.
Así se hizo, Ruber se transformó en su forma lobuna y cargó a todos para refugiarse y tratar momentáneamente sus heridas. Mientras eso pasaba a fuera Zeke concentraba su energía vital en unos poderosos rayos que lanzaba contra el cuerpo del demonio, a su vez, Aléxandros lanzaba fuego y administraba ataques directos con la espada de Keruv. Tras varios minutos recibió un mensaje por el intercomunicador de Ruber.
―Excelente ―dijo mientras caía elegantemente desde una gran altura―. Tax y Herel, sé que eso les causa dolor, pero necesito que se concentren en manipular toda el agua del lugar, láncenla contra el demonio, Maysha y Ruber protéjanlos mientras. Avis, cuando sea el momento Expíalo o al menos debilítalo lo suficiente para que yo pueda quemarlo ―Aléxandros seguía cayendo, pero sintió algo extraño.
De repente fue como si el tiempo comenzara a ir más lento, el ambiente se volvió extremadamente denso e incluso la luz del ambiente pareció palidecer. Un potente olor a estiércol inundó el aire y eso solo podía significar una cosa.
Los tentáculos que se dirigían hacia él cambiaron de dirección a escasos metros y se lanzaron hacia donde los chicos, Zeke se atravesó logrando detener con su cuerpo la mayoría de apéndices lo suficiente para que los chicos esquivaran el ataque. Y esa voz retumbó provocando que las luces parpadearan frenéticas.
―Humanos ilusos, insensatos y efímeros. Solo siete de ustedes no son nada para mí, yo he caminado por el desierto del origen gobernando desde la cuarta hora hasta la novena, yo que rijo desde el siete de tamuz hasta el nueve de Av...
