CAPÍTULO 51. EL FIN.

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―¡Chicos, esperen! ―gritó Juan

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―¡Chicos, esperen! ―gritó Juan.

―¡Juan, estas vivo! ―dijo Alastair sonriendo.

―¿Cómo estas Juan? ―lo saludó Alexia con una mirada juzgadora―. ¿Esa es Maysha?

―Sí, el Sexto me dijo que los acompañara a buscar atención médica, vaya el chico se ve fatal.

―Sí ―Alastair ladeó la mirada―. Deberíamos seguir.

―Claro, Alastair yo quería decirte... ―hubo una explosión a los lejos―. Creo que luego, mejor salgamos de la ciudad.

―Sí Juan, mejor.

―No... ―murmuró Avis abriendo los ojos―. Tengo que volver.

―¡Avis!

Los chicos lo bajaron de la colchoneta de agua y aire en el cual lo llevaban.

―¿Cómo que regresar?

―Yo sé lo que hay al centro de esa barrera.

―¿Qué?

―Puedo verlos, sé que son Elpis, aquel anciano lobo loco que me entrenó me los mostró en un antiquísimo texto. ¿Pueden ver eso? ―apuntó hacia atrás de ellos―. La barrera del sello solo contenía a la muerte y está parpadeando, es decir...

―Que pronto se quebrará y todos moriremos entonces ―respondió Juan.

―Aun así, ¿qué puedes hacer tú, bicho? ―preguntó Alexia.

―Tal vez nada, pero hace poco le prometí que no lo dejaría y que pelearía hasta la muerte, aun así, creo que puedo intentar absorber esos vientos de muerte como si de una purificación se tratase. Mis poderes de sanación han mejorado ―ladeó la mirada y se puso de pie―. Solo que necesito mucha energía que acabo de lograr reunir y si no, seguro Zeke podría ayudarme.

―En ese caso... ―comenzó a decir Alastair.

―¡No!, ustedes niños no van a venir. Alexia, por favor.

―¿Qué? ―Alastair quiso rechistar, pero Alexia lo noqueó de un golpe.

―Gracias, Lexa, por favor váyanse lo más lejos que puedan ―Alexia asintió se subió encima a Maysha y a Alastair elevándose con el viento―. Juan, ¿podrías?

―Claro ―Juan se lo subió sobre la espalda y dio un gran salto.

Avis sabía que su poder no sería suficiente como para contener a la muerte, pero si los gemelos lo seguían cuidando solo los retrasaría más quitándoles alguna oportunidad de sobrevivir y a Maysha, ella había logrado acaba con un Ángel, eso era algo muy importante. Volteó, los gemelos estaban tan lejos que ya no los veía, pero sí vio activarse el hechizo de transportación que les había puesto. Había sido un regalo del viejo Okami, aunque tenía un limitante de tres personas. Sonrió satisfecho.

―Avis...

―Lo sé. Ahora tienen un chance, tranquilo, él lo entenderá.

―Bien, ¿qué quieres hacer?

―Verlo por última vez, verlos a ellos también.

―Bien.

―¿Juan?

―¿Sí?

―Podrías intentar irte también.

―No ―negó con la cabeza―. Me da igual morir, realmente no tengo a nadie. Estoy solo.

―No somos tan diferentes.

―Sí.

―Lo siento tanto, te he arrastrado conmigo a la muerte. Te he puesto en una situación desfavorable.

―Está bien ―Juan sonrió.

―¿Juan Méndez?

―¿Sí?

―Muramos juntos.

―Sí...

︵‿︵‿︵‿︵

Alexándros, Ruber y Zeke miraban con horror como la barrera se comenzó a quebrar. En el cielo los lobos intentaban evitar que el quinto ser tocara la trompeta con pura fuerza bruta, las naves del sultanato comenzaron a evacuar. El lobo moreno se acercó a Ruber.

―De nada serviría, la muerte nos alcanzará de forma inmediata.

―Caballeros, fue un gusto ―dijo el capitán―. Zeke, te dejamos el resto.

―¿Avis? ―olfateó Ruber―. ¡¿Avis, que haces aquí?!

Juan aterrizó y Avis se bajó de su espalda.

―No los dejaré, he vivido la mayor parte de mi vida solo, no moriré solo, lo siento no hay nada que podamos hacer ya. Esa cosa pronto vencerá a los pulgosos y tocará... ―no terminó la frase porque sonó la quinta trompeta.

Ruber abrazó a Avis, Juan se unió al abrazo, luego Zeke y por último el capitán. La barrera se quebró, aquel ser de un movimiento aniquiló a los pocos Elpis vivos y la nube de muerte se extendió, acabando con toda la vida a su paso.

―Los quiero...

―Te quiero...

Avis abrió los ojos, miró su reflejo en los acuosos ojos verdes de Aléxandros y detrás de él la nube acerándose.

No he conocido al amor en toda mi vida porque el tiempo que he tenido me la he pasado intentando sobrevivir. No pude cultivar sentimientos más allá del deseo de no morir de hambre o de escapar del peligro y poder vivir un día más. ¿Qué se necesita para cultivar amor?, ¿cuán poderoso es? Y sobre todo, ¿qué es? Realmente no lo conozco o es que este ha vivido opacado por el miedo. Ni siquiera sé cómo luce.

Avis se soltó de los chicos y corrió hacia la nube de muerte.

―¡Avis!

Apenas entró en ella todo era oscuridad, sus pulmones ardían era como respirar fuego, se sofocaba en segundos, pero continuó caminando, su piel quemaba como si fuera arrancada del musculo, era un calvario. No pudo dar otro paso más y cayó de rodillas. Sus lágrimas cayeron.

Cerró los ojos murmurando algo que quedaba silenciado por el sonido de muerte.

Aquel símbolo apareció en su ojo y a su alrededor se dibujó un circulo con símbolos en un idioma ininteligible.

Gritó, pero nadie lo escuchaba.


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*grita*

Nos quedamos en suspenso hasta la próxima semana chicos.

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Nuevo Génesis: la rebelión del ángel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora