CAPÍTULO 20. EL GRAN CUARTO.

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Aléxandros había decidido llevar a cabo la investigación fuera de las normas de la Sede, sabía que, si ellos se enteraban de que estaba investigando de mas, ni su cargo político lo salvaría

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Aléxandros había decidido llevar a cabo la investigación fuera de las normas de la Sede, sabía que, si ellos se enteraban de que estaba investigando de mas, ni su cargo político lo salvaría. Esperaron un par de semanas a que los temas políticos se resolvieran. La Segundo estuvo tremendamente furiosa porque de alguna forma su casa terminó pagando altísimas sumas de dinero.

En cuanto a los muertos y la destrucción, como era habitual el gobierno maquilló las cifras, ocultó la verdad y culpó a los grupos criminales, pero al poco tiempo les dio nombre y características, el Gobierno Federal y la Sede decidieron buscar a los rebeldes abiertamente.

―Capitán, ¿estás seguro de esto? ―Ruber lucía preocupado, estaban en la oficina―. Quiero decir, las cosas están sabor de hormiga, si se enteran que haces cosas a espaldas de la Sede podrían... tú sabes ―le hizo la mímica de un disparo.

―Color, no sabor. Lo sé, incluso el Primero me advirtió que no investigara pues eran mentiras, que él se encargaría, pero...

―Bien, te acompaño a donde vayas.

―Alteza, no deberías inmiscuirte más, recuerda tu posición. Si algo te pasara ―sonrió―. Creo que todo el país, no, el continente sería devastado en una noche.

Nah. Yo soy muy fuerte. Además, si tú no dices nada, en Andros, nadie sabrá. Ahora, ¿quiénes iremos después de todo y a dónde?

―Yo, tú, Zeke y Avis, no quiero involucrar al resto.

―¿Y dónde está el chico? ―Ruber alzó una ceja.

―En su cuarto, pero pronto llegará al igual que Zeke.

La puerta se abrió y entraron los chicos con sus trajes tácticos, Zeke ocultaba todo bajo su gabardina gris de cuello felpudo; Avis, llevaba un traje tipo fuerzas especiales militares solo que sin casco y algo más ajustado como una segunda piel, cosa que hizo que Ruber se sonrojara pues se marcaban sus nalgas.

―¡Carajo!, que sexi te vez... quiero decir, que bueno que estas de regreso con nosotros y así, ya sabes.

―Por aquí ―les indicó el capitán.

―Me prometieron un aumento de suelto ―le susurró a Ruber―. Incluso ya me compré un libro para que sea el primero que lea bien, se llama Escucha mis manos, algo así. También algo de ropa de marca.

El capitán tocó la pared y tras dibujarse unos símbolos apareció una puerta hacia un cuarto de máquinas, en medio un circulo dibujado extremadamente complicado y conectado a varios cables de alta tensión.

―Hemos estado trabajando en esta nueva forma de transporte basado en la transportación de Zeke, usaremos energía electromagnética para no dejar rastro que puedan seguir el Gofer o la Sede y nos podrá llevar a casi cualquier parte.

―¿Y para el regreso? ―preguntó Avis.

―Usaremos estas ―les entregó unas pulseras con pantallas táctiles―. Activaremos la aparición a distancia usando las coordenadas.

Nuevo Génesis: la rebelión del ángel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora