Capítulo 11

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Narra Avery

Esa mañana de domingo mi principal idea era no hacer nada. Quedarme tirada en mi cama, viendo una serie, hacerme un skincare relajante para poder dormir...

—¡Buenos días puta vaga! ¡La luz de tu vida ha llegado para alegrarte las mañanas!

Juro que el día que Cecilia muera bailaré sobre su tumba y luego le escupiré.

Por si no fue suficiente gritarme en la cara y abrirme todas las persianas, se tiró encima de mí. Le metí tal codazo en el costado que conseguí tirarla al suelo para que se retorciera de dolor.

—Espero que la escusa que tengas de que estés así sea buena si no quieres que te eche a patadas y luego te tire agua del váter encima.

—Mi presencia es la mejor excusa que una puede tener.

—Cecilia —La miré igual que un perro rabioso mira a un conejo.

—Vale vale... ¡tengo una citaaaa!

Vale, esto tengo que explicarlo.

Cualquier chica normal estaría saltando de alegría porque su mejor amiga tenga una cita con un chico. Ya sabéis, para poder vivir ese romance de cuento a través de la otra persona porque tu morirás soltera. Pero con Cecilia es distinto. Ella... no suele tener relaciones muy duraderas. Nunca tuvo esa conexión especial con nadie, la mayoría de sus relaciones no duran más de dos semanas. Normalmente es ella la que se aburre de los chicos, aunque en contadas ocasiones es mutuo. No me suena que la hayan rechazado.

—Oye, ¿porqué no te alegras? Deberías estar igual de contenta que yo, puta -El insulto final le da el toque.

—¿Quieres que sea amable o sincera?

—En ti no hay diferencia.

—Va a ser igual que siempre: quedarás con él, te parecerá un chico maravilloso, quedareis durante 1 semana y luego te aburrirás diciendo que no es para ti. Eso ha pasado ya como unas 20 veces.

No contestó al momento, si no que me miró pensativa. No me gustaba ser tan sincera con ella, pero no nos vamos a negar que eso era cierto.

En ese momento la vibración de mi móvil nos alarmó. Para poder evitar ese momento incómodo rápidamente fue a ver quien era. Abrí insta y contesté sin problema, riéndome de lo que me acababan de mandar.

—Oye oye oye, ¿Quién es el que te acaba de hacer reír?

—Que —Esta tía está en drogas.

—Acabas de ver un reel y te has reído, tu nunca te ríes, eres una amargada, ¿Quién te ha mandado eso?

¿Tengo que ignorar el hecho de que me acaba de llamar amargada para contestar?

-Un amigo del insti -Joder, se me hacía raro mencionar a Noah como mi amigo.

Pensé que se pasaría la noche entera stalkeando mi insta y viendo que fotos tengo para darle like a todas para que así ''me sienta bien conmigo misma'' o alguna de sus tonterías de míster wonderful. Pero no, me mandó un mensaje, y nos pasamos la noche hablando.

Al principio pensé que sería incómodo y que no sabría que decir, pero este chico tiene la habilidad de familiarizar con todo el mundo. Es capaz de caerle bien a cualquiera, y aunque me joda que yo también sea cualquiera, ha conseguido que hable con el de forma fluida. Gastamos bromas, nos quejamos de algunos profesores, comentamos la noche de la fiesta, y llevamos desde las 6 de la mañana mandándonos reels de tonterías. Ahora me mandó uno diciendo que las chicas cuando llorábamos nos miramos en el espejo para saber si estamos guapas, y me preguntó si era verdad.

El muerto, el British y el gayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora