Narra Marcos
Estaba viendo The Crown aunque me aburría (soy masoquista) pesando que mejoraría cuando recibí una llamada de un número desconocido. Todos los días me llaman al menos dos veces números extraños para venderme cosas o directamente estafarme así que decidí ignorarlo. Obtuve un mensaje del mismo número por Whatsapp.
<<No has notado a Avery un poco rara últimamente>> era lo que ponía, no sabia quien era pero tenía que conocer a la persona si me hablaba con tanta complicidad. <<Por cierto soy la chica que odia los churros>> Ah, eso tenía mucho más sentido.
Sin pensarlo dos veces la añadí a mis contactos a pesar de saber que sería un dolor de cabeza en el futuro si tomaba en cuenta su personalidad.
<<No sé, por?>> fue todo lo que respondí, no entendía de que estaba hablando. Casi se me cae el teléfono del sobresalto cuando me llamó, otra vez.
—¿Hola?
—En plan, no sé, tarda en contestar los mensajes mucho más cuando antes los contestaba enseguida, no me cuenta casi nada de su día... algo debe de pasarle.
—Hombre, algo debe sí pero yo que sé.
—Eh... no sé, tan vez porque... ¿vives con ella? —buen punto.
—Pues no estoy seguro de lo que sé, si quieres lo comentamos más tarde en una cafetería.
¿Era una excusa para verla? Sí. ¿Me importaba? No mucho. Si había aprendido algo de mi primo menor era a ser descarado (no tanto como él por supuesto y solo en los momentos oportunos)
—No puedo, tengo el coche en el taller y no puedo permitirme un taxi, necesito ahorrar para pagar la reparación.
—Muy bien, pues te voy yo a buscar -miré el reloj, era mediodía y ella probablemente se hubiera escaqueado a algún lugar para hacer una llamada. Por suerte ese día la cafetería cerraba y ya había tenido todas las clases de la mañana (que no habían sido demasiadas por la ausencia de un profesor). Todo era muy oportuno, tal vez fuese el mundo diciéndome que tenía que salir y dejar de ver aquella serie que en teoría debería estarme encantando —¿A que hora sales y dónde estudias?
—¿Eres un acosador o algo así? No me fío de ti.
—Gracias por esas lindas palabras. Te estoy invitando a comer y me tratas así. ¡Qué fuerte! No habrá calamares ni churros. mándame la dirección.
Coté la llamada antes de que pudiera negarse a salir conmigo. Un momento... ¿Cuántos años tenía Cecilia? Por lo que yo sabía Avery tenía 17 años.
<<¿Qué edad tieneeees?>> ¿Se vería raro que preguntase eso de repente?
<<17 hoy, mañana 18>> ¿Eso era literal o era una metáfora sobre su pronta mayoría de edad? ¿O me estaba tomando el pelo?
<<¿Qué?>>
<<Mañana es mi cumpleaños>> respondió y se desconectó justo después de mandar la dirección de su instituto de "Como me mates te mato" con su cara.
¡Genial! Ahora tendría que arreglarme, no asesinar a alguien y además buscar un regalo de cumpleaños sin saber los gustos de la persona. ¡Estúpido Lucas! ¡No vuelvo a imitarlo siendo atrevido, definitivamente no es lo mío!
Narra Avery
Ese jueves por la mañana seguía igual de pensativa que el resto de días desde que me enteré que Noah estaba enfermo y había tomado la decisión de ignorarlo. Recibí un mensaje de Marcos justo cuando sonaba el timbre para ir a clase, lo abrí sin querer aunque no tenía ganas de hablar con nadie pensando que era Kenan, pues este quería verse conmigo esa tarde para hablar de algo importante, esperaba que no fuese sobre el chico que me gustaba.
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El muerto, el British y el gay
Novela JuvenilAvery está cansada de mudarse de una ciudad a otra, por eso en este nuevo sitio tiene la idea de que nada nuevo pasará, de que todo será tan aburrido como siempre. Al menos hasta que la sonrisa de Noah apareció en su camino y jamás podrá salir de é...