How I met your mother

San Patricio

Chicos, San Patricio era una celebración más o menos importante en aquellos días. Y creo que lo sigue siendo. Siempre tuve la teoría de que si se combinaba con el Día de la Tradición, seriamos un país mejor, solo piensen en cerveza y tortafritas. Se celebraba especialmente en capital y todos los bares del centro se plegaban a la idea de tomar hasta desmayarse, vestir de verde e intentar imitar los bailes típicos sin darse un porrazo.

Tanto era la movida que nuestro banco organizó una fiesta especial, invitando a todos los empleados, clientes e inversores que pudieran recolectar. Por suerte, conocía a quien controlaba el ingreso y genere un cupo extra.

—Entonces, Genie—dije—¿Queres venir a la fiesta? Sera divertido.

—Bueno, nunca me he emborrachado en un Banco. Acepto.

—Genial—dijo Fiorella—Ahora vamos todos. Bueno, casi.

—¿Quién no viene?—pregunto Genie.

—Aquel.

A metros nuestro estaba Simón. Vestía de traje y corbata y se comportaba extraño. Ingreso al bar caminando lenta y pausadamente, haciendo que algunas mujeres voltearan para ver. Lanzo fugaces miradas a todos los rincones, con los ojos a medio cerrar y luego saludo a Luigi. De su bolsillo saco el celular y lo miro por unos segundos. Sin despegarse de la pantalla, se sentó en la cabecera de nuestra mesa y dijo:

—Bond. James Bond.

—Los hombres de negro deberían dejar de contratar a cualquier idiota—dijo Fiorella.

—No te metas con los hombres de negro—dijo José—Contribuyen a la estabilidad de la galaxia. Y son pocos reconocidos por culpa del flash que borra la memoria.

—Búrlense todo lo que quieran—dijo Simón—Pero mientras ustedes cuchichean, mi traje y yo vamos a desparramar estilo por toda la ciudad.

Todos movimos la cabeza y posamos nuestra vista en el fondo de los vasos de cerveza, ignorando a Simón.

—¿Nadie quiere saber porque el traje?

—Nop—dije

—¿Seguros?

—¿Vieron el partido?—dijo José.

—Está bien, voy a decirles. Es un prototipo.

—¿Un traje prototipo? ¿Acaso tiene botones en modo de prueba?—dijo Fiorella.

—High five!—dije

—No, no. El concepto. Mañana es San Patricio, ¿verdad? Bueno, eso significa todo verde. Incluida la ropa interior—le guiño el ojo a Genie.

—Yo no tengo ropa interior verde—respondió la rubia.

—Claro que sí. O encontré unas que tenías perdidas.

—Ya te dijimos lo de revisar nuestras cosas—dije.

—¿Qué revisa qué?—dijo Genie.

—El punto es que conseguí un traje verde, enteramente verde, para mañana en la noche. No suelo conquistar con trajes, normalmente mi cara y mi personalidad hacen el resto.

—Serán tus mentiras y engaños—dijo Fiorella.

Levantamos nuestros vasos e hicimos un brindis. Simón bufo y sonrió amargamente.

—Hoy hago prueba y error en un traje normal y mañana aplico los conocimientos al verde. Por suerte el alcohol en sangre hará que todo sea más fácil, pero puede ser que me encuentre con irlandesas.

—¿Y?—dijo José.

—Son como las alemanas. Tienen un hígado resistente.

—¿Entonces no vas a venir a la fiesta del Banco?