Dúo dinamico

52 1 0
                                    

Cuando llegue al living de mi departamento, encontré a Genie hablando por teléfono y sonriendo.

—Perfecto. Gracias. Nos vemos. Adiós.

—Hey, estas sonriendo por la mañana. ¿Qué pasa?

—Me acaban de ofrecer un trabajo en una radio.

—¿En serio? ¡Eso es genial! ¿Y qué dijiste?

—Bueno, pensé en consultarte a vos, ya que somos pareja y todo eso.

—Oh. Bueno, yo...no sé, quiero decir...

—Era una broma. ¡Acepte!—dijo la rubia y me beso—¡Voy a trabajar en una radio!

—¡Vamos a escucharte todos los días!—dije y la abrace—Esto hay que celebrarlo.

—Humm, ¿algo en mente?

—Creo que los dos pensamos en ello.

Esa noche, nos reunimos en el bar, junto con una ronda de vino y brindamos por el éxito de nuestra amiga.

—Por Genie—dije—Que pronto tu voz salga por todos los parlantes de los autos, peluquerías y talleres mecánicos donde se sintoniza la radio.

—¡Por Genie!—dijeron los demás.

—Gracias, chicos. Si en algún momento necesitan que pase un mensaje por el micrófono, no duden en decirme.

—A decir verdad, yo.

—Menos de vos—dijo la rubia, interrumpiendo a Simón.

—Prometo ponerla cada día en el Banco—dijo Fiorella—Aunque no me gusten los deportes.

—Y cuando persigamos pesqueros ilegales en nuestras aguas—dijo Eva—Genie estará presente.

—Son muy tiernos. De hecho, hoy hay un programa piloto y me invitaron a visitar la radio. Juan, ¿vendrías conmigo? Quiero ver de qué se trata todo.

—Con vos iría a la guerra con una gomera.

—Entonces, vamos. ¿Alguien más quiere venir?

José y Eva sacudieron la cabeza.

—Tenemos una cena—dijo José—Iremos con las parejas de otros banqueros.

—¿Quieren que los llevemos, chicos?—dijo Eva—Tengo una camioneta de gendarmería para trasladarnos.

—¿Llegar al primer día de mi nuevo empleo en un móvil del ejercito?—dijo Genie—¡Genial!

Saludamos a su tía Fio y al tío Simón y los cuatro nos fuimos del Bar, rumbo a la camioneta y a nuestros destinos.

—Parece que seremos vos y yo esta noche—dijo Fiorella.

—Interesante—dijo el rubio.

—En realidad le hablaba al vino.

Mientras tanto, la rubia y yo llegamos a la radio. Estaba cerca de otras prestigiosas como Radio Rivadavia, Radio Mitre y Continental. El estudio estaba ubicado en un edificio de oficinas bastante vetusto y venido a menos. Aunque la impresión inicial fue pobre y algo decaída, era el primer trabajo de Genie en una radio y ella estaba feliz.

No había la seguridad que uno podría esperar. De hecho no había ninguna, así que simplemente entramos. La rubia me miro a mí, esperando una reacción. Entonces simplemente aplaudí, un par de veces, esperando que alguien nos atendiera.

—¿Qué haces, Juan? Parecemos unos campesinos.

—No creo que les importe. Esa ventana no tiene vidrio.

How I met your motherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora