El año 2035.
Chicos, hay más de una historia de cómo conocí a su madre. Conocen la más corta, la que se trata del libro perdido de mama. Pero hay una historia mejor, la que se trata de cómo me convertí en la persona que debía ser para poder conocerla.
Y esa historia comienza aquí.
El año 2015.
Simón y yo estábamos en el cabaret preferido de su tío, disfrutando de...la vista.
—¿Sabes qué? Estoy muy contento de que estés soltero de nuevo. ¡Vamos a conquistar Buenos Aires!
—No lo sé.
—Dale, hasta tengo una mina para presentarte. Trabaja frente a la Bolsa y tiene una teta más grande que la otra. Ahora, algunos pueden verla y decir que su corpiño esta medio vacío, pero yo digo que esta medio lleno. ¿Qué me decís?
—Genie y yo cortamos hace unas semanas. Aun no estoy listo.
—¿Y cuándo vas a estar listo?
Era una buena pregunta. Recuperarse de una relación tan importante y significativa lleva tiempo. Genie viajo a Brasil y yo hice mi rutina habitual. Deje crecer mi cabello hasta que pude atármelo y me deje crecer el bigote.
—Juan, concurso de Cola Reef. Fingiremos que somos jueces y si, nuestros votos están en venta. Empaca pocas cosas, ¡salimos esta noche a Mar del Plata!
—No estoy listo.
Deje de hacer muchas cosas. Deje de salir, de ir a trabajar.
—Juan, línea de meta de los 10k de Palermo. Hay mujeres exhaustas y sudorosas, llenas de endorfinas listas para revolcarse.
—No estoy listo.
Y, la verdad, lo estaba haciendo bien, recuperándome poco a poco. Hasta que una noche, bebiendo cerveza en el Bar, sucedió lo que tenía que pasar en algún momento.
—Hola, amigos—dijo Genie y se paró frente a nosotros—Llegue esta tarde y quise venir a verlos.
Lamentablemente, no estaba sola.
—Y este es Wagner—dijo, señalando a un brasileño moreno, vestido con una holgada musculosa que dejaba ver sus voluptuosos brazos.
—Estoy listo—dije, susurrándole a Simón.
—¿Cómo era tu nombre? —dijo Eva—Wag...algo.
—Wagner—dijo el brasileño.
—¿Walter?—dijo Simón.
—Wagner.
—¿Wagter?—dije.
—Wagner.
—¡Wagtler!—dijo Fiorella
—Se pronuncia Wag-ner—dijo Genie.
—Y significa tranquilidad. Por eso, trato de relajar a todos y llevar paz al mundo. Sobre a todo a los que tienen menos cosas que yo.
—¿Entonces es Wayer?—dijo José.
—Basta—dijo Eva—Decinos Wag...Wal...amigo carioca, ¿a qué te dedicas?
—Soy masajista. ¿Saben qué? Con un masaje, todo se soluciona, porque conectas con la gente, con su interior, con su alma. Puedo tocarte un dedo del pie y curar tu hígado. Puedo tocar el lóbulo de tu oreja y aquietar tu corazón.
—Una vez toque un cable y deje sin luz al barrio—dije—Pero no hice una profesión de eso.
—"Profesión". Que idea tan Argentina. Mi profesión es vivir, practicar capoeira, hacer el amor. A veces las dos cosas.
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How I met your mother
HumorEn el año 2035, el ex bancario Juan Del Totro decide contarles a sus hijos la historia de cómo conoció a la madre de éstos. Así, se traslada hasta 2013, año en el que sus amigos José, Fiorella y Simón, siguen solteros y en el que conoce a la periodi...