Definiciones

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Había pasado un mes exacto desde la primera cita de Fiorella y Simón cuando los dos se encontraron con Eva y José en nuestra mesa del Bar para tomar cerveza después de un satisfactorio día laboral. Bueno, puede ser que haya sido feriado. Ha pasado un tiempo y no me acuerdo.

—Que perfecto es todo—dijo Eva—Estamos en nuestra primera cita doble. ¡La primera de millones! ¿Y si nuestros hijos se casaran? Me encanta esto. ¡Es tan genial que por fin sean novio y novia!

—Nah, Nah, Nah—dijo Simón—¿Qué? ¿Novio y novia?

—Whoa, whoa, whoa—dijo Fiorella—¿Qué te pasa?

—Han estado saliendo todo el mes—dijo Eva—No lo entiendo.

—No hay mucho que entender—dijo Fiorella—Simplemente no hemos tenido "la charla".

—Y descubrimos que no necesitamos aclarar todo—dijo el rubio—¿Conoces ese refrán que dice "no aclares que oscurece"? Bueno, eso. Posta.

—Exacto. Quisiéramos tener la charla, pero nos sentimos incomodos haciéndolo.

—"La charla" es una porquería. Porque...tenes que hablar. Somos mejores haciendo otras cosas con la boca.

—¡Highfive!

—¿Quién necesita hablar?—dijo Simón.

—¡Vos lo necesitas! No pueden simplemente seguir saliendo y haciendo cosas de novios sin tener la charla.

—Sabíamos que ibas a decir eso—dijo Fiorella—Por eso te esquivamos todo el mes.

—Eso...y además hemos estado teniendo mucho sexo.

—¡Necesitan definir la relación! Tienen que hablarlo.

—O...podemos seguir besándonos...

—Dios santo—dijo Eva.

Mientras Eva hundía su cara contra la mesa, Genie y yo nos sentamos alrededor de los cuatro.

—Gente—dije—Buenas noticias.

—¿Estuviste haciéndolo con la rubia en el deposito?—dijo Simón.

—No. No. ¿Por qué siempre imaginas que las buenas noticias son por eso?

—Porque no existen otras.

—Voy a dejar de hablar con vos. Lo que quería decirles es que Luigi me va a dejar atender el Bar solo el próximo sábado. ¿Van a venir, no?

—No lo sé—dijo José—Algunos tenemos trabajos matutinos donde no se puede llegar demasiado borracho.

—Cierto—dijo Genie—No puedo volver a dormirme en la radio.

—¡Dale! Por favor, los necesito.

—¿Y para que nos necesitas?—dijo Eva—¿Acaso tenes miedo?

—Más o menos. Digo, ¿qué pasa si ser arma quilombo? O si hay borrachines molestando a la gente. Hay una escopeta en el fondo, pero no estoy seguro de que este permitido.

—Juan querido—dijo Simón—Estas en un Bar lleno de gente y vos sos el bartender. ¡Tenes que hacerte respetar! Y, por sobre todo, invitarle tragos gratis a las más lindas y después tener acción detrás de la barra. Posta.

—Creo que lo que Simón quiso decir—dijo Eva—Es que las definiciones son importantes. Sos como el dueño del lugar, no amigo de todos.

—Exacto.

—Si la gente no sabe su lugar, nadie es feliz.

—¡Amen!

—Tenes que dejar las cosas claras.

How I met your motherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora