Chicos, en la primavera del 2015 tuve un pequeño problema.
—Bueno, tengo que irme—dije, mientras saludaba a todos mis amigos en el Bar—Tengo un largo viaje que hacer.
—¡Esta es la noche!—dijo Simón, quitándose un abrigo y colocándose unos anteojos oscuros por sobre el pelo rubio, que estaba más rubio que de costumbre—Lo he probado muchas veces y he fracasado. Pero lo voy a lograr. Esta noche voy a levantarme a una lesbiana.
—Nah, ¿justo que me tengo que ir?
—Genie, préstame tu lápiz labial.
—Fílmenlo y saquen fotos, por favor.
—Mala suerte amiguito.
Yo vivía en Buenos Aires, pero Johanna vivía a más de 60 kilómetros, cruzando la General Paz, en la capital de la provincia, La Plata. Lo que significaba que siempre estaba en el tren. Por lo tanto, parecía que estaba perdiéndome todo lo que pasaba. Como cuando Genie recibió un nuevo trabajo en la televisión. O cuando Johanna hizo milanesas a la napolitana, pero cuando llegue ya estaban demasiado frías y el microondas no ayudo.
Por eso, intentando unir mis dos mundos, decidimos invitar al grupo a su casa.
—¿Qué les parece?
—¿Queres que vayamos a La Plata?—dijo José—Estás loco.
—Dale. ¿Vos Fio?
—Perdón, Juan. Estoy programada para aborrecer y despreciar todo lo que no sea Rosario o Buenos Aires. Además, nadie odia a La Plata más que vos.
—¿Qué? Yo no odio a La Plata. ¿Por qué pensas eso?
—Bueno...
El año 2004.
—¿Cómo te fue en el viaje?—dijo Fiorella.
—Una porquería. Tuve que ir a La Plata. ¿Viste lo que es esa entrada? ¿Y las diagonales? Quise ir al norte y casi termino en Necochea. La puta que te pario Dardo Rocha.
El año 2015.
—Que odie su entramado urbano no quiere decir que odie a la ciudad en sí. Además, en un futuro podemos mudarnos juntos para acá y nunca más pisar La Plata. A no ser que vayamos a ver fútbol o vuelvan los Rolling Stones. O tenga que deshacerme de un cuerpo.
—Juan— dijo Fiorella—si me asesinas y me entierras en La Plata, voy a volver como un fantasma a aterrorizarte.
—¿Y si te entierro en otro lado?
—Te voy a dejar tranquilo. Seguro tenías tus razones.
Algo interesante que pasaba en esa época era el trabajo de la tía Genie: estaba podrida de trabajar en la radio. Estaba podrida que de vez en cuando se cortara la luz mientras trasmitía. Harta de las historias sobre gatitos que sabían tocar algún instrumento que transmitía. Y, por sobre todas las cosas, estaba podrida de tener que leer el horóscopo a las ocho de la mañana.
Debido a eso, cuando recibió una oferta para trabajar en la televisión por cable, noto que era el trabajo que había soñado durante años y su momento para decir adiós. Y todos pusimos la radio para escuchar ese final.
—Antes de terminar este programa, tengo algo que decir. Han sido meses increíbles. Aún recuerdo cuando vine a esta cadena como una simple entusiasta, con todo por aprender. Le he comunicado a mi jefe de producción que he decidido no seguir.
—¿Por qué parece una boluda? —dijo José, mientras escuchábamos la radio en el bar.
—Creo que está teniendo un ACV—dijo Eva.
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How I met your mother
HumorEn el año 2035, el ex bancario Juan Del Totro decide contarles a sus hijos la historia de cómo conoció a la madre de éstos. Así, se traslada hasta 2013, año en el que sus amigos José, Fiorella y Simón, siguen solteros y en el que conoce a la periodi...