Chicos, como les dije, después de que la tía Genie y yo terminamos, realmente me sentí muy triste. Tanto, que olvide algunas cosas. Entre ellas ir a trabajar. No fue tan literal, pero tuve demasiadas faltas.
Sin embargo, cuando estaba recuperándome completamente de aquello y mi vida se reordenaba lentamente, fui llamado a la oficina de Recursos humanos, junto con media docena de medialunas.
—Juan, ¿hace cuánto que trabajas acá?—dijo uno de los jefes del lugar.
—Catorce años ininterrumpidos, señor.
—¿Y sabes que es lo que caracteriza a nuestro Banco?
—¿Lavar dinero de la mafia?
—Además.
—¿Confianza?
—Exacto. ¿Y qué pasa cuando se pierde la confianza?
—Se desploman los Bancos.
—¡Perfecto! Veo que has entendido todo y no necesitas nada más. Llévale esas medialunas a Fiorella y listo—Se levantó y estrecho fuertemente mi mano—Gracias por todo.
Extrañado, sali lentamente de esa habitación y me dirigí directamente a la oficina de Fiorella.
—Hola, Fio. Te traje esto. No sé si te gustan.
—Sí, me encantan. Estas muy calmado.
—¿Muy calmado?
—Demasiado para alguien que acaban de despedir.
—¿¡Que!?
—¿Acaso no lo entendiste?
—¿Entender?
—Juan, te llamo el jefe de personal y trajiste medialunas. Te echaron y me estás dando un regalo de despedida por las molestias de ocuparme de tu expediente.
—¿¡Qué quiere decir eso!? ¿Nadie en este Banco habla como una persona normal?
—Lo siento, pero nadie pudo hacer nada. Y mira que lo intente.
—¿Realmente me rajaron?
—Pusieron cámaras Juan. Registran quien entra y quién sale. En tu caso quien no entra. Lo siento mucho.
Lentamente me senté en el suelo, sintiendo como todo mi mundo se venía abajo. Fiorella se sentó a mi lado y me rodeo con su brazo.
—Sé que es un mal momento amigo....pero estas aplastando las medialunas.
—Esto es genial—dijo el rubio, cuando esa noche nos reunimos todos en el bar.
—Debo mucha guita y no tengo laburo—dije—¿Cómo es eso genial?
—Juan, vení a trabajar conmigo a la bolsa. Sera tu cambio natural...una evolución.
—Pero yo no tengo ni idea de cómo manejar las acciones. ¿Qué haces vos exactamente?
—Ah, por favor. Se manejan solas. Mañana te paso a buscar. Y prepárate, porque va a ser intenso.
Y, chicos, realmente lo fue. La Bolsa de Buenos Aires era un mar literal de gente, gritando, corriendo, agitando papeles, hablando por teléfono y por todos lados nos rodeaban monitores, con flechas rojas, verdes y blancas. Jamás me sentí tan en Las Vegas como en ese lugar.
—Ok, Juan—dijo el rubio, mientras estábamos parados en medio de todo el quilombo—Es hora de comenzar el juego. ¿Cuánta plata tenes?
—Doscientos pesos y un viaje en subte.
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How I met your mother
ComédieEn el año 2035, el ex bancario Juan Del Totro decide contarles a sus hijos la historia de cómo conoció a la madre de éstos. Así, se traslada hasta 2013, año en el que sus amigos José, Fiorella y Simón, siguen solteros y en el que conoce a la periodi...