Juan, el banquero

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Mis primeros meses con Genie fueron geniales. Ir al bar con ella y quedarnos tomados de la mano, mirándonos el uno al otro frente a la barra; Quedarnos dormidos en el sofá viendo televisión; Ir a correr juntos. A veces cuando una relación funciona perfectamente por mucho tiempo, parece que va a durar para siempre. Pero nunca es así.

-Bueno-dije sentándome frente a José y Simón en el bar-Tuvimos nuestra primera pelea.

-No-dijo Simón sin despegar sus ojos de su celular-¿Por qué se pelearon?

-Con todo esto del problema en las cuentas del banco, nos están haciendo trabajar más para ver si pueden salvarlo y seguir robando un poco más. Vos José debes saberlo.

-Absolutamente. Ya casi no tenemos tiempo de dormir ni la tercera siesta. Y están amenazando a la segunda.

-Si trabajaran en la bolsa, como yo, serían más felices. Por ejemplo hoy, los bonos se desplomaron

-¿Y eso que tiene fe feliz? -dije.

-Que todas las tenedoras de bonos estaban desesperadas por vender. Y sí, eso significa mucho sexo para los buenos emprendedores como yo. ¡Highfive!

-Tuvimos nuestra primera pelea-dijo Genie, entrando al salón. Había acordado reunirse con sus amigas en una peluquería del centro y allí estaba, parada frente a ambas.

-¡No!-dijo Fiorella dejando caer su revista-¿Por qué se pelearon?

-Sí, linda-dijo Eva-Sentate y contanos todo.

-Juan no quiere hacer su trabajo. Y además de hacerlo de mala gana, molesta a los demás.

-Decime a mí. Recursos Humanos es un desastre.

-Sí, José últimamente está mucho más agotado y con una pila de papeles. Jamás pensé que podían tener tanto trabajo.

-Juan empapelo unas de las ventanas con facturas viejas.

-Bueno, vos y Juan tuvieron su primera pelea-dijo Fiorella-Pero si estas acá es porque todo termino bien, ¿verdad?

-En realidad no creo que haya terminado. Estaba deprimida y por eso vine acá. Siempre hago lo mismo. Como cuando murió mi abuela, simplemente vine y me teñí el pelo.

-Dos tragedias en un día.

-Lo que pasa es que hace literalmente semanas que Juan se queja de su trabajo. Cuando lo vi hoy, estaba podrida.

Esa mañana.

-Hola-dije cuando vi a Genie entrando a mi departamento.

-Hola-respondió la rubia, besándome tiernamente.

-¿Cómo te fue hoy?

-Todo bien.

-¿Y?

-¿Cómo que "y"?

-Sos periodista. Una hermosa y excelente periodista. ¿No vas a preguntarme a mí?

-No, ya se la respuesta: horrible. ¿Queres que veamos una peli esta noche?

-Che, yo escucho todas tus anécdotas del trabajo.

-Sí, pero las mías son interesantes. Y son de futbol, eso te gusta.

Presente.

-¡Genie!-dijo Eva, de regreso en la peluquería-¿Cómo le vas a decir eso?

-¿Cuál es el drama? Yo sabía lo que iba a hacer, entonces lo ayude a que lo hiciera más rápido.

How I met your motherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora