38. en su lugar

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—¡Hermanitos! —Saludo Talasa levantándose del suelo, yéndonos a saludar.— como est-

—Como encontraste nuestra dirección —demandó Bleu en forma de pregunta, manteniendo su mano empuñada con las llaves entre los dedos en caso de defensa, poniéndose delante de mi—

—¿Que?, ¿es que no puedo venir a visitarlos? —preguntó acercando su rostro al de Bleu intentando cohibirla, cosa que no ocurrió, Bleu no retrocedió, manteniendo su semblante lleno de valentía contra aquel tipo medio ciego—

—Lárgate. —demandó y este negó—

—Tenemos mucho de que hablar, por que no me invitas a pasar Hermanita —ironizó—

—Te largas o llamare a la policía. —amenazó pero este solo soltó una carcajada abriendo la puerta de un pequeño empujón—

¿Había dejado abierta la puerta?..

—Mejor Entremos y bebamos te o algo —sin más entro a nuestro departamento—

—Bleu, necesitas calmarte, no sabemos si viene armado, no sabemos nada.. todo estara bien —hablé en francés y esta suspiro para seguido asentir y dejar un beso en mi frente—

—Je t'adore mono

—Je t'adore aussi —hablé acariciando su mejilla y sin más entramos, observando cada comportamiento de Talasa, este miraba con atención todo el lugar para luego posar sus ojos sobre mi, haciéndome temblar, pero ahora quería creer sabía controlarlo.—

—Fue difícil rastrearte mocoso, el teléfono ese que tienes es tan viejo que es imposible de rastrear, sin embargo no fue imposible para mi. —comentó con orgullo—

—Felicidades, ¿quieres un premio? —pregunté con ironía pero en su lugar este solo sonrió y se abalanzó contra mi, haciendo temblar, haciéndome tapar mi rostro jurando que me golpearía, pero no fue así. Quite mis manos y este reía en silencio—

—Joder manchitas ¿aún me tienes miedo? —ironizó—

—Que mierda quieres Talasa. —demandó Bleu en forma de pregunta trayendo una taza de té para mi y para ella— ¿que haces aquí?.

—Pues escapo de la policía —sonrió— encontraron nuestra mercancía, la casa quemada, el lugar donde escondíamos a las personas. los 3 que trabajaban conmigo están en la cárcel, yo me niego a entrar ahí.

—Si no te vas te entregaré a la policía, estás advertido Talasa. —amenazó Bleu, manteniendo la guardia en todo momento—

—No eres capaz. Ya escondí droga en su departamento, y no sabes donde —sonrió con maldad absoluta— si me arrestan les diré que trabajaban conmigo, registrarán su madriguera y adivinen donde nos veremos otra vez —nuevamente se acercó a Bleu intentando cohibirla, pero fallando en el intento— asi que ahora te importaría dejarme dormir en alguna de sus habitaciones?.

—Si robas algo te juro que te mataré mientras duermes.

No tengo intención de robarles ni una mierda, son todas cosas viejas y sin sentido, a nadie les agradaría pagar un gran monto por esas porquerías. —respondió— incluso los libros son aburridos.

—¿En que habitación duerme? —preguntó Bleu en francés mientras Talasa nos miraba con curiosidad—

—En la que tu prefieras. —la mire decidido y esta asintió—

—Dormirás en mi habitación, es la de la izquierda. —aviso bleu y este asintió— Tienes 3 días para buscar otro sitio en el que esconderte y llevarte tu droga contigo.

Metanoia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora