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Kayra~

No he tenido noticias de Román en todo el día de ayer. Estuve atenta a mi correo y conectada en mi red social pero ni siquiera su hermana ha dado señales.
Me despierto muy temprano y las nauseas se hacen presentes apenas abro los ojos, luego de dejar mi estómago entero en el lavabo entro a darme una ducha, cuando salgo con mi habitual cara por el piso, Bianca está en mi habitación también bañada y preparada.

—Buenos días Bian — Farfullo peinándome.

—Buenos días ¿Cómo amaneciste?

—Me siento mal, tengo el estómago revuelto y estoy superada. Hoy veré por primera vez a un ginecólogo que seguro me hará miles de preguntas y exámenes, luego me derivará a una obstetra que me hará mil preguntas más y exámenes por doquier... y luego está la psicóloga que por la tarde tengo cita con ella... y Román que no me ha contestado ni un maldito mensaje — Tomo aire, no me había dado cuenta que lo dije todo sin respirar.

—Bueno pero porque es la primera vez, luego será todo más... — Busca la palabra —Mas normal para ti, más llevadero porque irás mes a mes a las consultas — Se acerca y acaricia mis brazos. —Ánimos — Hago un mohín y asiento. —¿No te da intriga todo esto? Quizás veas a tu bebé por primera vez.

—No Bian, no siento motivación ni intriga, no quiero que esto exista, no quiero que sea real solo quiero que sea un sueño — Me quejo. Ella se pone más seria.

—¿Por qué hablas así? Supéralo, estás embarazada y no hay nada que hacerle — En ese momento golpean la puerta. —Es tu hijo — Mamá abre la puerta y está ya vestida.

—Niñas el desayuno está listo. Bajen — Sale de allí y miro a Bian con confusión, mamá está rara.

Bajamos a desayunar y está todo preparado, el desayuno, Ian, mamá. Está Marta pero no está papá.

—No quiero nada de esto, tengo náuseas — Me quejo mirando el desayuno en la mesa.

—Me imaginé que tendrías nauseas ya, así que mira; te tomas este té amargo y estas tostadas — Mi madre me deja frente a mí la taza y un plato con tostadas. Hago un gesto y la miro con mala cara.

—ODIO el té y ODIO lo amargo mamá, no desayunaré eso — Me tapo la boca.

—Bien, entonces a ver ¿Qué quieres comer? — Pregunta señalando cada cosa de la mesa, la ojeo y todo me da un asco repugnante.

—Nada, haré ayuna porque quizás necesiten que esté en ayunas para los análisis ¿no?

—Tienes razón. Bueno, Bianca desayunemos que tenemos cita — Habla mi mamá. Juego con Ian mientras ellas desayunan a gusto. Mi estómago comienza a quejarse pero trato de no darle importancia. Reviso mi correo desde mi celular y no tengo noticias... y me siento cada vez peor.

La cita fue como lo imaginé, preguntas y análisis por doquier, chequeos y demás. La ginecóloga me derivó a una obstetra que inmediatamente me cayó mal, una obstetra que se cree mi madre para decirme que no tengo la edad para tener un hijo... ¡Y eso ya lo sé! Mis padres se han encargado de recalcármelo todo el tiempo, y ahora esta tipa viene y me lo dice con toda la maldad del mundo.
Me hice los análisis de sangre y agradecí no haber comido nada, sino tendría que volver mañana para extraerme sangre.
Luego de atenderse ella también, mi madre me acompañó en la cita y notó el trato de la obstetra, le dijo sus cosas en la cara y prometió cambiarme a una mejor.

—¿Te das cuenta mamá? Todos me ven mal — Mi barbilla tiembla, quiero llorar.

—Pediré que te deriven con Luján, tú no te preocupes por lo que los demás digan ¿Ok?

Una y otra vez ¿Donde esta el amor? | Anahi & Alfonso Herrera | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora