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~Poncho~

Salgo de la habitación con el biberón de Ian en manos y justo me choco con Kayra que cierra la puerta con fuerzas. Me mira y alza sus cejas.

—¡Papá! — Ríe y abre la boca sorprendida.

—Hija ¿No duermes?

— A ver ¿Cómo quieres que duerma? Con los gritos de mamá pues, imposible ¿Qué le hiciste eh? — Larga una carcajada. La miro sorprendido ¿Mi hija hablando así, tan suelta conmigo? —Vaya que la reconciliación va bien eh — Evito reírme y me rasco el mentón.

—Ya Kayra ¿Se escuchó? — Pregunto haciendo un mohín.

—No, claro que no — Bromea —Claro papá, sino no te estaría diciendo esto. Vaya cochinos. Tuvimos que taparnos los oídos — Oh. Así que ir al hotel anoche no sirvió de mucho.

—Kay no le digas esto a tu madre porque se morirá de vergüenza — Pido.

—Bien no diré nada — Mira mis manos.

—Iré a preparar un biberón. Vuelve a dormir, es temprano — Pido, pero ella niega con la cabeza.

—Tenemos que hacer las maletas, luego desayunar... No dormiremos más.

—Bien — Me dirijo hacia la cocina para prepararle la leche a Ian.

Le entrego el biberón a Any y entro a bañarme. Son apenas las siete de la mañana pero al parecer nadie dormirá un poco más, así que decido darme una ducha antes de ayudar a Any a guardar las cosas que nos llevaremos a México.
Cuando salgo cuido a Ian mientras Any toma su baño, en ese momento es cuando recibo el llamado de Jorge, el pediatra de la clínica donde trabajé hasta hace unos días. Me llama temprano porque él ya está de turno, avisándome que me acaba de depositar el dinero del auto pero que se lo entregue antes de irme a México. Por lo que me da la chance de usarlo hasta el día que me vaya, que será en dos días. Además, me avisa que junto a otros colegas nos prepararán una cena esta noche de despedida.

—¿Quién era? — Any sale secándose el cabello con la toalla y con una bata.

—Jorge. Él y su esposa junto a unos colegas de la clínica harán una cena esta noche para despedirnos.

—¿Neta?

—Así es — Afirmo agitando el muñequito ante los ojos de Ian. Any sonríe, sé que le gusta la idea y eso me alivia.

—¿Irá Valeria? — Ruedo los ojos y levanto los hombros.

—No tengo la menor idea, es parte del equipo de la clínica y quizás vaya... aunque, si se entera que es nuestra despedida, tal vez evite ir.

—No creo que tenga el descaro de ir ¿verdad?

—Quizás no — Mascullo.

—¿Y nuestros hijos?

—Pues pueden ir, me dijo Jorge que es una cena. Si las gemelas no se aburrirán pueden ir. Estaría bueno, además la hija de Jorge es compañera de ellas ¿no? — Pregunto.

—Si — Dice pensativa. —Me gusta la idea, despedirnos así, con una cena — Sonríe —Además quedaríamos como mal agradecidos si les decimos que no.

—Claramente.

—Bien. ¿A que hora?

—Esta noche a las ocho.

—Allí estaremos ¿Le confirmas?

—Ya se lo confirmé, sabía que ibas a decir que si — Me levanto de la cama con Ian en mis brazos y la acerco de la cintura. —Gracias.

Una y otra vez ¿Donde esta el amor? | Anahi & Alfonso Herrera | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora