28

173 20 2
                                    


~Anahí~

Mientras Kayra toma una siesta –sí, el embarazo le da últimamente mucho sueño- yo espero a que Alfonso vuelva con Ian.
Llamo a Bianca quien me dice que está en casa de Anette, y entonces no le digo nada pues es algo que por lo menos la distrae. Con esto de lo de Kayra y la separación, a quien menos atención le presto es a ella. Y no porque quiero... Es más, me siento culpable pero si le hace bien estar con sus amigas pues lo acepto.
El timbre suena, dejo la tablet en la mesita y me dirijo a abrir la puerta, es Poncho con Ian que se alegra al verme.

—¡Hola mi amor! — Beso a mi pequeñito en sus brazos y luego miro a Poncho —No es necesario que toques timbre — Le digo a Poncho y veo a Ian aún en sus brazos jugando con una caja dorada. Alfonso pasa y tomo el bolso para apoyarlo en uno de los sofás. —¿Cómo se portó mi príncipe?

—Muy bien ¿Verdad campeón? Muéstrale a mamá lo que tienes para ella — Pide. Miro a mi hijo que muerde una cajita rectangular y dorada con un moño rojo. —Lo babeó un poco — Ríe. Lo tomo y Ian me mira porque le quité su distracción.

—¿Qué es? — Pregunto. Él hace un gesto para que lo abra y lo hago. —¡Oh que rico! — Una cajita de bombones tan deliciosos.

—Regalo del pequeño ¿verdad hijo? — Sonrío, no es solo regalo de Ian, él ha tenido esa consideración conmigo y me hace poner contenta.

—Está hermoso, gracias Alfonso. Además son mis favoritos — Él me queda mirando mientras sostiene a un inquieto Ian.

—Bien, me tengo que ir a trabajar.

—Ok — Tomo a Ian en silencio y lo miro —Gracias por esto — Señalo. Él asiente y se acerca para besar la cabeza de Ian, antes de dejar un beso en mi frente.

—De nada. Me tengo que ir. Les dejas mis saludos a mis hijas, pasaré a verlas por la mañana cuando acabe mi turno.

—¿No habías cambiado los turnos? — Quiero saber. Él hace un gesto de afirmación abriendo la puerta.

—Sí, pero me hace bien distraerme, ya sabes — Explica. Vuelvo a quedarme en silencio sin comprenderlo y Ian se queja.

—Ok, suerte entonces. Nos vemos — Se va de casa y cuando cierro suspiro. —Que lindo detalle el de tu padre — Hablo con Ian que me mira sin comprender al ver que le hablo. Le hago un gestito y beso su cachetito haciendo que se carcajee. —Vamos a tomar un rico baño ¿Te parece?





Varios días después...

—Necesito descargar — Hablo con dificultad mientras pedaleo la bicicleta fija del gimnasio con toda la furia. Maite, quien está en la cinta corriendo me mira con pasmo. La que se ríe es Dul que está a unos metros en la otra cinta.

—Ya me puedo imaginar por qué — Se burla Dulce con una risita. Pedaleo con más fuerzas al punto que, si la bicicleta no fuera fija, podría salir volando de allí.

—Tengo una tensión física que ni se imaginan — Agradezco que estamos solas, pues a esa hora de la mañana mucha gente no va y en la sala hay algunas mujeres más pero más lejos. —Me va a explotar el cuerpo — Exagero tomando aire. Maite sigue en su pose de sorpresa y Dulce sigue riéndose con más soltura.

—¿Any hablas de lo que imagino? — Pregunta mi amiga morena. La miro y con mi mirada le digo todo, sus ojos se desorbitan y su boca se abre con sorpresa. —Vaya.

—Tú no sé cómo aguantas ¿Hace cuánto que no estás con Mane? ¿Un año? — Pregunto. Veo a Maite ponerse color púrpura y a Dulce reír con esa risa que puede escuchar todo el mundo.

—Con Mane un año, sí. Pero tuve sexo en ese tiempo — Se defiende. —Solo que para mí no es tan importante.

—Bueno ya conoces a Mai, ella con su pasividad y su yoga y no sé qué no necesita descargarse de otra forma — Habla Dul.

Una y otra vez ¿Donde esta el amor? | Anahi & Alfonso Herrera | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora