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~Poncho~

Tengo turno por la noche así que luego de una ducha tomo mi desayuno y decido ir a visitar a mis hijos. Pero antes recibo una llamada de la concesionaria de autos, en vez de comprar una camioneta 4x4 para mí, decido comprar dos autos; uno de ellos para Any que lo necesita para movilizarse. Hago los trámites por teléfono y concordamos una cita por la tarde, así que puedo ir tranquilo a ver a mis hijos.
Cuando llego a mi antigua casa Martita me recibe con su habitual sonrisa y cariño.

—¡Alfonso! ¿Cómo estás? Hace tiempo no te veía — Dice abrazándome.

—Es que venía cuando tú ya no estabas. ¿Cómo estás Martita?

—Perfecta. Anahí está en su habitación, aún no ha bajado. Kayra también está arriba y Bianca junto a Ian esperan en la cocina el desayuno que ahorita serviré — Explica sonriente. Río con ella mientras cierro la puerta. Entonces la sigo hasta la cocina.

—¡Hola papá! — Bianca se tira a mis brazos y me abraza.

—Hola cariño ¿Cómo amaneciste?

—Muy bien ¿Tú?

—Igual hija — Beso su frente y miro hacia Ian que está en su sillita de bebé medio recostado y lo veo agitar sus manos y pies. —Hola campeón — Lo tomo en brazos y él no deja de moverse feliz. —Yo también te extraño hijo — Susurro contra su cabecita. Beso su cabeza y voy en busca del biberón que Marta ha preparado. Me apoyo contra la mesada e inclino un poco a mi hijo para darle su leche. —Estás enorme hijo — Sonrío —Mira como comes.

—Y ya ha comenzado a comer papilla. No sabes lo que es, un amor de niño — Comenta Bianca con amor. Mi hijo ya tiene seis meses y ha comenzado a comer, una de las cosas que me estoy perdiendo por estar lejos de casa.

—¿Cómo va la escuela Bianca? — Me intereso en preguntar cómo van sus cosas y que me cuente lo que sucede.

—Muy bien papi. Me anoté en clases de teatro.

—No pensé que te gustara el teatro — Sonrío sorprendido.

—Me gusta. Sé que a Kayra le gusta cantar y escribir, pero prefirió anotarse para porrista — Me quedo serio ante ese comentario.

—¿Mi hija en paños menores mostrando sus cositas? — Pregunto afectado. Bianca ríe y niega.

—Ni tanto papá, solo serán bailecitos y piruetas con porras. Ya sabes — Entonces me pregunto por Kayra.

—Hablando de ella ¿Dónde está?

—No ha bajado aún. ¿Sabes? No está bien — Susurra acercándose —Deberías echarle un vistazo.

—¿Qué tiene? — Digo entregándole a Ian a Martita.

—La niña Kayra trae días así, Alfonso. Creo que está por pescar alguna enfermedad — Cuando Marta termina de hablar voy subiendo las escaleras de dos en dos hasta llegar a su habitación. La abro y Kayra no está. Estoy por salir cuando la escucho en el baño.

—Kayra — Golpeo la puerta pegando mi oreja a la puerta. —¡Kayra abre! ¿Qué tienes? — La escucho vomitar, así que me preocupo. —Kay por favor abre.

—¡Vete! — La escucho decir antes de volver a escuchar ese sonido de arcadas.

—¡Abre maldición o tiraré la puerta abajo! — Tarda unos minutos en los que amenazo con tirar la puerta, entonces abre. Está pálida, aún tiene su pijama y su rostro demuestra asco. —¿Qué te pasa?

—Me siento mal — Gime tomándose la cabeza. Llego a ella antes de que se desmaye en mis brazos. Any llega a la habitación cuando camino con Kayra en mis brazos hasta su cama.

Una y otra vez ¿Donde esta el amor? | Anahi & Alfonso Herrera | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora