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~Poncho~

—Wow Poncho ¿Todo eso ha ocurrido en los dos años que me fui? — Aimée está más que sorprendida con todo, con la supuesta muerte de Kayra, el encuentro de la gemela, las infidelidades, la llegada de Ian... el embarazo de Kayra. Todo. Ella es mi mejor amiga desde hace diez años ¿Cómo no confiar en ella? Si me ha demostrado en estos diez años puro interés por la amistad y no otra cosa.

—Increíble ¿verdad? Hasta parece una telenovela — Río con pesadez y miro a Ian en sus brazos que toma su biberón tranquilamente. Antoine juega a unos centímetros con un autito de colección.

—Pues sí parece una telenovela, han pasado de todo en tan poco tiempo — Se sorprende. —Bueno, pero creo que han llegado cosas lindas también ¿no? Bianca... y este precioso bebé. Neta Poncho es muy lindo — Lo mira y Ian sonríe con la tetina del biberón en su boca. —Que guapo es — Le sonríe y vuelve a mirarme. —Y serás abuelo ¿Quién lo creería Herrera? Estás muy joven. Serás un abuelo sexy eh — Ríe y lo hago junto a ella.

—Aún me cuesta creerlo, pero de a poco voy aceptándolo.

—¿Y como está Kayra? Si la última vez que la vi era una niña — Recuerda.

—Cambiadísima, un poco más madura... sigue con sus berrinchitos, pero ahora que le ha caído el veinte y será madre está un poco más madura. Además la llegada de su gemela le ha hecho bien, por Bianca ella es lo que es ahorita luego del secuestro — Explico.

—Puedo imaginarlo — Le echa un vistazo a Antoine, es tan tranquilo que hasta sorprende. Luego Ian termina su biberón y lo pone de pie en sus piernas, juega con él y lo besa, le hace cosquillas y Ian lo disfruta. —Cuéntame de tu matrimonio ¿Están seguros de este tiempo?

—No Aimée, yo no, pero ella necesita su tiempo y pues decidí dárselo — Confieso. —¿Sabes? Siento que ella ya no siente lo mismo por mí y no se anima a decírmelo.

—¿Por qué piensas eso?

—Las cosas han cambiado. Son casi dieciocho años de matrimonio, son tres hijos y una rutina. Creo que por eso.

—Bueno, en dieciocho años puede pasar que caer en la rutina aburre. ¿No deberían hacer algo contra eso? No sé, volver a lo que hacían antes cuando eran recientes novios... o esposos — Sugiere.

—Bueno, es lo que Any quiso hacer pero no coincidí con su propuesta. ¿Tener sexo como desconocidos y luego tratarnos con frialdad? Creo que hay mejores maneras, pero ella no quiere estar conmigo ya — Expongo. Ella analiza la situación mientras Ian juega con su pelo y su arete.

—A veces las mujeres nos agobiamos y necesitamos de un tiempo para nosotras. ¿Sabes? Los hijos, el trabajo, el matrimonio, todo llega a agotarnos. Quizás ella ha estado dedicándole mucho tiempo a su vida como madre y como tu esposa, pero no se estuvo dando su tiempo para ser mujer. Sabes a lo que me refiero ¿No? Ella antes que nada es mujer, y necesita de su tiempo. Quizás necesita pensar, y tú no puedes comprenderla — Explica sorprendiéndome.

—¿Quién entiende a las mujeres? — Cuestiono. Ella ríe.

—Los hombres no, claramente — Se carcajea. —Pero hablando seriamente, dale su tiempo y aprovecha ese tiempo tú también.

—No puedo Aimée, quiero disfrutar mis días con ella no solo — Expongo jugando con una servilleta. Cuando veo que Antoine se aleja mucho de nosotros me levanto y lo tomo en brazos, lo devuelvo con sus juguetes y él me mira confundido. —Aquí te quedas pequeño, no te alejes.

—Creo que deberíamos llevarlo a algún juego antes de que se aburra y nos haga un drama — Se refiere al pequeño. Tomo a Ian y ella junta los juguetes de su hijo, acomoda las cosas en el cochecito del pequeño Antoine donde recostamos a Ian y decidimos dar un paseo. —¿Entonces Alfonso? ¿Sientes que no puedes estar alejado de Anahí?

Una y otra vez ¿Donde esta el amor? | Anahi & Alfonso Herrera | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora