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~Bianca~

—¿Bromeas verdad? — Me quedo sorprendida por lo que mi hermana me acaba de contar. Incrédula la miro y pido que sea un invento de ella, pero me confiesa que no lo es, que la verdad es que papá y Valeria se enredaron.

—Que no Bianca, neta también hubiese preferido que sea una mentira o una confusión, pero Valeria se metió con papá — Expresa furiosa.

—Nunca imaginé que sería con esa mujer — Me sorprendo. —Vaya víbora. Y papá... — Dejo la oración en el aire.

—La odio, yo que le confié todos mis secretos, me utilizó para acostarse con papá — Se levanta furiosa y agarra una muñeca de adorno, que es de trapo, y le tuerce el cuello. —Me dieron ganas de torcerle el cuello, te juro, pero me contuve. No quería darle más problemas a mamá — Suelta la muñeca y la tira al piso, yo la miro impactada pues le ha sacado la cabeza a la muñeca esparciendo su contenido interior por el piso.

—Cálmate — La siento en la cama y le pido que me explique. —¿Te lo ha confesado?

—La muy zorra sí, no lo ha negado. Al principio se hacía la mosquita muerta, hasta que me dijo ¿Qué crees? Que papá la buscó, que ella no lo hizo adrede y... ¡Ash! Maldita golfa.

—Ay Kayra, si era tú le sacaba esos pelos rubios y perfectos que tiene — Ahora soy yo la furiosa, a mí también me caía bien la psicóloga y nunca llegué a esperármelo de ella.

—Ganas no me faltaban, pero ¿Qué pasaría si le falto el respeto a una psicóloga? Me hará pasar co.mo loca, o que se yo.

—Maldita golfa. ¿No pensaban decirnos?

—Parece que no, mamá no quería que nos involucráramos más. Agradezco que me enteré aquí y no en México, porque ahí si me hubiese tenido que tragar la rabia — Gruñe. —Pero ahora me siento mejor — Dice más calmada, cambiando su pose. Ya no me sorprende que Kayra pase del enojo a la pasividad, ni del amor al odio. —¿Sabes por qué?

—¿Porque le has dicho las cosas en su cara? ¿Porque te has descargado? — Pregunto.

—En parte sí, pero en realidad me siento mejor porque estuve hablando con mamá.

—¿Y que han hablado?

—Nos debíamos una plática, ya sabes, de lo que pasó antes... lo de... su engaño. Además por mi mal trato para con ella, ya hemos arreglado las cosas — Me explica. —Y además... es co.mo que nos estamos entendiendo — Cuenta sonriente. —¿Y sabes que?

—¿Qué?

—La convencí de que le diera otra oportunidad a papá — Dice co.mo si se hubiese ganado la lotería, feliz, eufórica, loca.

—¿La has obligado? — Pregunto ofuscada.

—¿Qué? No, claro que no. Solo intervine un poco en su decisión — Dice sorprendida. —¿No te alegra?

—Claro que si, pero si ella quiere desde el fondo de su corazón, y no por nuestro bien — Explico. Kayra larga el aire con brusquedad y me mira enojada.

—Deja tu sensibilidad, si mamá ha accedido por algo es ¿no? — Lo pienso, sé que en parte puede ser, pero me deja algo confundida.

—De todos modos me alegra — Sonrío. —Ojalá funcione.

—Funcionará, ellos se aman — Quiero creer que funcionará, me encantaría que seamos una familia unida.

—En eso tienes razón — Acepto. La abrazo y saltamos juntas. —¿Qué te parece si preparamos un pastel para festejar? Dado a que falta demasiado para la cena, podemos hacer un pastel — Sugiero. Ella asiente feliz, co.mo niña chiquita y río.

Una y otra vez ¿Donde esta el amor? | Anahi & Alfonso Herrera | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora