Él Enigma (Camus x Milo) (Omegaverse)

Primer ministro.

En alguna casita

Dos días antes.

Desde hace varios años, se decía que había un ser aún más poderoso de lo que podría llegar a ser un alfa. Y que este nacía una vez por cada generación, que no podían coexistir dos de estos maravillos seres en el mundo.

Y estos eran. Los enigmas, quienes eran los Alfas entre los alfas, capaz de someter a cualquiera que deseara sin importar su jerarquía. Por lo cuál se consideraban un mito para muchos, pero para aquellos que tenían la fortuna de verlos, sabían de qué no era así...

Muy pocas veces se an dejado notar, ya que actúan como alfas normales para así poder encontrar aún compañero de vida, al cual se lleva para así poder consumar su amor, para nunca más ser vista la pareja de nuevo.

Él omega mayor sonriendo cerró el libro al ver que su pequeño bebé había quedado profundamente dormido. Sonriendo dejó un beso sobre su frente y coloco el libro al lado de la mesita de noche.

Mystoria: uf... realmente me gusto que se haya cansado tan rápido hoy - admitió feliz el omega.

Écarlate: agradecemelo después, la casamentera dijo que iba a buscar a un alfa que pudiera traerlo a la realidad. Se la pasa soñando y diciendo idioteces por ese estúpido libro - aseguró molestó el único alfa de la familia.

Mystoria: ¿ah? ¿Por que no admites que te cae como patada al hígado que tú príncipe haya nacido siendo omega y no te gusta la idea de entregárselo a un alfa algún día? - preguntó burlonamente para después ver la cara de molestia en su esposo - ¡jaja! ¿A ver super papá y tú que planeas hacer cuando cumpla quince o dieciséis y empiece a ser cortejado por los alfas de por aquí? - preguntó mientras el otro molesto dijo.

Écarlate: al estúpido que se atreva a acercarse a mí hijo en esos momentos lo castro - aseguró de brazos cruzados mientras vio a su esposo reír. Para momentos después ponerse de pie dejando a su hijo de 7 años dormir en paz.

Mystoria: ¿Quieres que hablemos? - preguntó en son de burla al verlo con las mejillas infladas por el aire y de brazos cruzados.

Écarlate: vamonos a dormir ya Mys - le ordenó mientras se dio la vuelta, apago la luz de la habitación y tomando de la mano a su esposo, se lo llevó a la habitación que ambos compartía.

Mystoria: bueno, bueno, bueno papá celoso, ¿por que a ustedes los alfas no les gusta hablar sobre sus sentimientos? Es sano hacerlo - se burlaba el omega mientras era arrastrado por su alfa hasta su habitación.

El pequeño omega por su parte se sentó sobre su cama en medio de la oscuridad al ver que sus progenitores se habían marchado, sonriendo tomó aquel libro y lo abrazó contra su pecho, corrió rápidamente hacia la ventana de su habitación, la cuál abrió y viendo con aquella mirada azul y llena de esperanza le pidió un favor a una diosa.

Milo: Athena... no se si puedes oírme pero... ¿puedes hacer que el alfa destinado para mi sea alguien muy especial por favor? - pidió el niño sonriendo. Soñando así con su cuento de hadas perfecto.

Sin embargo...

Y

Como chiste en la vida.

Nada es como uno quiere ¿no es Así?

11 años después.

En la calle.

Salió corriendo como si fuera lo último que haría en su vida, preocupado por no llegar antes, su padre se iría y no lo vería en tres días.

Milo: me entretuve mucho con Mü - aseguró el pequeño mientras se metía entre la multitud.

Llego rápidamente a su casa y después entro, puso las cosas que había comprado sobre la mesa y fue a buscar a su papá, quien si no se equivocaba estaba en su habitación.

Al llegar ahí, efectivamente lo vio colocándose su corbata, para después ver a su hijo en la puerta, el menor rápidamente se acerco al alfa, quien por su parte lo recibió con los brazos abiertos al ver que su intención era abrazarlo.

Milo: te voy a extrañar - le dijo mientras el mayor dejo un suave beso sobre su cabeza.

Écarlate: también voy a extrañar los mucho mis amores, pero debo ir a asegurarme que el rey no vaya a dejar nuestro hogar, en manos de cualquier interesado - dijo mientras toco rápidamente la nariz del pequeño.

Milo: jeje, eso jamas pasará, tiene al mejor consejero de todo el reino - aseguró mientras su padre le sonrió.

Por su parte Mystoria los veía desde la puerta, desde que su hijo nació y más cuando supieron que era, se había vuelto la adoración de su esposo y su tesoro más preciado, lo amaba y protegía mucho, así como el pequeño peliazul creía que no había ser más poderoso que su padre sobre la tierra.

Mystoria: jaja, ya quiero saber que ocurrira cuando se case - aseguró el omega mayor, para después seguir con sus quehaceres de la casa.

Écarlate: en fin, ¿que hacías con Mü? - preguntó.

Milo: me estaba presentando a su alfa, dijeron que la boda esta programada para dentro de dos semanas - informó.

Écarlate: Comprendo... ¿y que tal el futuro esposo de tú amigo? - preguntó.

Milo: esta bastante bien, parece barbie - dijo mientras Écarlate no pudo aguantar sus ganas de reír, al imaginar como estaba Dohko tras la noticia de que su bebé se iba de casa - papá, ¿Crees que yo también me vaya a casar con una barbie? - preguntó haciendo que las risas del mayor pararan de golpe y después lo vieran.

Écarlate: aún estas muy joven como para pensar en eso ¿no? - preguntó.

Milo: ya tengo 18 años papá, creo que debería pensar en eso ahor más que nunca ¿no? - preguntó mientras el otro suspiró, para después revolver su cabello de forma cariñosa.

Écarlate: escucha hijo, de tú alfa me encargo yo ¿esta bien? Confía en mi, no voy a dejar que cualquier tipo te ponga sus asquerosas manos encima - aseguró.

Milo: comprendo... pero él tío Shion dijo que nosotros los omegas estamos siendo muy escasos últimamente, ¿eso podría ser problema? - preguntó mientras el pelirrojo únicamente lo abrazó.

Si bien era cierto, todos estaban preocupados porque los omegas parecían estarse desapareciendo y eran contados los que habían, no dejaría que su hijo cayera en las manos equivocadas únicamente para aumentar los números de su especie.

Écarlate: es por esto que temía que hayas nacido así cariño - fue lo que pensó.

Continuará...