Asesino

171 21 9
                                    

Con Milo y sus suegros.

Kardia nervioso, volteó a ver a su esposo, para tratar de calmarlo un poco, pero grande fue su sorpresa al ver que Dégel veia bastante calmado la situación, como si ya hubiera visto venir la situacion y estuviera preparado para la misma.

Kardia: Dégel, ¿escuchaste lo que esos dementes quieren hacer? Planean dejarnos sin heredero ¿o que? - preguntó mientras su esposo suspiró.

Dégel: claro que lo escuche Kardia, pero no tienes nada de que preocuparte, Camus pasará con éxito esta prueba - aseguró sereno.

Kardia: Deggie, se que confías en el porque es un ser poderoso y mitológico pero... sigue siendo joven, solo habían ido una vez a este tipo de situaciones, pero va a estar solo en un maldito bosque, oscuro con un montón de personas peligrosas - le dijo mientras Dégel suspiró, para después ver a su esposo y decir.

Dégel: no hay nada de que preocuparse Kardia, aunque Camus no tenga experiencia, podrá enfrentarse a este desafío sin problemas, le deje un par de pistas para encontrar a sus presas más rápido - confesó mientras Kardia sorprendido lo vio.

Kardia: ¿le dejaste pistas? - preguntó, mientras su esposo asintió - en pocas palabras, hiciste algo para delatar su ubicación ¿no es así? - preguntó aburrido - Dégel, si te das cuenta de que si se enteran van a anular la competencia y ya llevaria dos juegos ganados Hilda ¿verdad? - preguntó.

Dégel: claro que si, pero ese alfa intento matar a mi hijo en un principio, así que esto se podría tomar como la venganza por hacer un acto tan bajo como ese - le dijo mientras el peliazúl mayor lo pensó mejor, era cierto, tenían que desquitar lo que ese sujeto le había hecho a su bendición.

Pero aun se preguntaba  como era que el recto de su esposo, había hecho algo así solo, Dégel jamás actuaría así, a él le gusta que Camus haga todo de la forma correcta, no lo pensó mucho, disimuladamente pasó a ver al suegro de su hijo, quien se levantó de donde estaba arrodillado dándole apoyo a su hijo y lo vio.

Kardia: me sorprende lo fácil que puedes cambiar de opinión, ¿no te caía mal mi hijo? - preguntó sonriendo, el pelirrojo únicamente suspiró, para después irse a sentar, mientras respondió con un...

Écarlate: jamás dije que lo odiaba, solo dije que no me gustaba su complejito de superioridad, además... si hubiera dicho eso, muy probablemente ya no estaría vivo, es muy probable que los reyes ya me hubieran asesinado por tantas faltas de respeto a su vástago - dijo el pelirrojo mientras se sentaba, los monarcas únicamente lo vieron, para después suspirar.

Jamás harían algo así aunque quisieran, después de todo, Écarlate era un excelente estratega y lo necesitarían por sí algún reino les declaraba la guerra, sabían que el pelirrojo jamás se negaría y más... porque ahora su tan preciado bebé, estaría en peligro si eso pasaba, por ser el esposo de su hijo, por lo cual, había hecho el plan perfecto para atarlo para siempre a su reino.

Mystoria por su parte unicamente se concentraba en mantener calmado a su hijo, aunque sabía que algo iba mal, estaba con un poco de temperatura y también había notado que las feromonas que Camus había dejado impregnadas en él inconscientemente, delataban que muy pronto entraría en su periodo de celo y por eso intentaba despertar el de su hijo.

Mystoria: hay dios, si Écarlate se entera de su plan estara muerto sumajestad - susurró.

Écarlate: ¿ocurre algo malo con Milo? - preguntó mientras Mystoria negó.

Mystoria: claro que no Écarlate, únicamente estaba pensado en que no me voy a separar de él por los próximos 3 días - respondió dejando confundido a su esposo.

No sabía como es que haría para hablar a solas con Milo sin que Écarlate sospechara algo, necesitaba saber si su hijo estaba dispuesto a dejar que eso pasara, necesitaba saber si está dispuesto a dejarse marca o de lo contrario tendría que esconderlo y pronto.

Con Camus.

Sutilmente pensaba en lo que había ocurrido allá, ¿estaba loco o que? Por poco y lo arruinaba todo, sin embargo, sintió esa enorme necesidad de hacer suyo a Milo en ese momento, marcarlo de una vez por todas y si no hubiera sido por ese soldado, si lo hubiera hecho.

Camus: ¿Que diablos me pasa? Ni siquiera le pregunte si quería estar conmigo o no - se reprendia mientras caminaba.

Estaba preocupado, la necesidad de tenerlo consigo era grande, sin embargo, no sabía que debía hacer, preguntarle si quería pasar su celo con él o guardarse sus pequeñas necesidades que aparecieron de repente.

Era extraño, las veces que su celo había llegado, con un buen baño de agua fría podía pasarlo, sin embargo ahora, ni siquiera eso le calmaba, necesitaba tener a ese pequeño omega con él o se volvería loco.

Camus: por favor, ya basta Camus. Es mejor dejar que Milo tome las cosas con calma no debes presionarlo - susurró, paro de caminar al notar lo tenso que se había puesto el ambiente, y decidió escucharlo todo con suma atención.

Solo para escuchar como algo se aproximaba rápidamente a él, decidió hacer como si no hubiera notado nada y para cuando esa persona estuvo detrás suyo, saco su espada y dándose la vuelta evito que lo apuñalaran.

Xx: que listo eres principito - susurró el hombre.

Camus: por como me hablas supongo que eres uno de nuestros objetivos, ¿puedo saber tu nombre? - preguntó mientras que usando su fuerza lo empujó, alejándolo de él.

Xx: ¡jajaja! Soy Fafner Nidhoog un gusto conocerlo por fin príncipe Camus, escuche que esta peleando por la mano de su esposo, también escuche que es un omega bastante atractivo, ¿seria tan amable de presentarme lo? - preguntó mientras Camus únicamente lo veía de forma sería, enserió que tipo tan repugnante, sin embargo noto algo, un aroma, que se esparcia por todo el lugar.

No estaban solos había alguien más con ellos, por lo cual se preocupo, si se descuidada, muy seguramente terminaría herido.

Continuará...

Él Enigma (Camus x Milo) (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora