Él Enigma (Camus x Milo) (Omegaverse)

Poder

Mientras tanto.

Con Dégel.

Él peli verde se había llevado a Mystoria hasta el jardín, para poder hablar.

Dégel: de haber sabido lo que ocurrió con el primero de tus hijos, no hubiera pedido que entregarán a Milo tan pronto - le dijo serio mientras el otro suspiró.

Mystoria: no te preocupes, igual estaba pensando en venir a visitarte para adelantar todo - comentó mientras Dégel suspiró.

Dégel: debieron ser días muy duros ¿no? - preguntó.

Mystoria: ni siquiera te imaginas, pero a Écarlate fue al que más le afecto y después de eso, comenzó a sufrir un apego obsesivo con Milo. Por eso no le gustaba la idea de que mi pequeño tendría que casarse algún día - respondió triste.

Dégel: ahora entiendo su comportamiento, estoy seguro de que hubiéramos actuado igual, pero ahora que lo pienso, si el sabia que había logrado hacer nacer a dos omegas porque no hablo, el podría haber ayudado con el problema sin entrometer a Milo.

Mystoria: Écarlate no quiso volver a embarazarme después de lo que pasó con Aiacos, Milo fue mi último cachorro y yo tampoco estaba dispuesto a arriesgar a otra vida a lo duro que era ser omega antes - respondió.

Dégel: hay entiendo, me costo mucho y varias amenazas hacer a Kardia cambiar de perspectiva, sabía que era obvio si forma de pensar por como lo crío su padre pero, le prometí a la reina hacerlo cambiar y eso fue lo que hice.

Mystoria: y te felicito, la forma tan respetuosa de actuar de tú hijo es prueba viviente de que hiciste un gran cambio en la familia real - le dijo mientras el otro suspiró.

Dégel: Camus acaba de entrar a su periodo de celo, es por eso que quería hablar contigo, muy probablemente no sea así pero, ya sabes, no se sabe con los jóvenes, por eso quería ponerte en sobre aviso por si vez marcado a tú cachorro - aviso.

Mystoria: jaja, no deberías preocuparte por eso, Milo esta consciente de que llevan muy poco tiempo de conocerse y por el bien de tú hijo es mejor que no se deje hacerlo o Écarlate intentaría matarlo - dijo mientras el otro exhalo.

Dégel: enserió pienso que lo mejor será mandar a Écarlate a terapia Mystoria, eso es algo que tiene que pasar si no todo será en vano y los pueden obligar a separarse - dijo.

Mystoria: solo confía en ellos Dégel, es su matrimonio después de todo, ellos sabrán que será lo mejor para ellos mismos - aseguró mientras el otro asintió, realmente era bastante agradable hablar con Mystoria, después de eso pasó a haber al frente, viendo a sus hijos menores correteando a la ama de llaves con una varita.

Mientras tanto.

Con Milo y Camus.

Como se lo había prometido, únicamente se estaba frotando con él y aunque se sentía bastante nervioso por lo mismo, estaba siendo bastante gentil, pasó un momento más cuando el mayor cayó rendido sobre el, por lo cual después de acariciar suavemente su cabello y dejarlo reponer el aire respondió.

Milo: ¿ya te sientes mejor? - fue lo que pregunto, mientras únicamente lo vio asentir, para después quitársele de encima, aunque confundido vio que únicamente le dio la espalda - ¿ocurre algo? - preguntó preocupado.

Camus: eso fue muy obsceno de mi parte perdón - fue lo único que le dijo, por lo cual Milo sorprendido lo vio.

Milo: ¿por qué te disculpas? Es normal ¿no? Además que no eres ni el primero ni el último en hacer algo así en el mundo - respondió mientras vio como el otro avergonzado se cubrió con la sábana totalmente, ¿tan mal se sentía? Preocupado por eso se sento sobre la cama - vamos Cam, no te sientas mal, no me hiciste ningún daño, además no puedo decir que no me gusto - le dijo para animarlo, aunque sintiéndose bastante avergonzado por la declaración.

No pasó mucho tiempo cuando escucharon que alguien más entró a la habitación, para cuando Milo se giro pudo ver a su suegro alfa ahí, quien después de verlos confundidos, se cruzo de brazos y preguntó.

Kardia: ¿Que están haciendo ustedes dos encerrados otra vez? No te había advertido que era muy peligroso entrar a la habitación de un alfa en celo sin marca Milo - regañó.

Milo: perdón... - se disculpó.

Kardia: nada que perdón, ¿sabes que lo es que le va a ocurrir a Camus si te marca ahora y Écarlate se entera? - regañó.

Camus: no estaba haciendo nada malo, únicamente quería ayudarme, no todos somos Kardia como para no poder contener nuestros instintos y llevarnos a cierto omega a la cama antes de la boda - hablo rápidamente mientras se descubría para ver mal a su papá, lo apreciaba era cierto, pero no iba a dejar que por sus malos pensamientos hiciera sentir mal a Milo.

Por su parte el omega únicamente vio como el alfa mayor hizo una mueca de sentirse ofendido, para después responder le a su hijo.

Kardia: ¡Ey! Porque se que eres mi hijo y por lo tanto también hay genes míos en ti lo estoy regañando, ¿y así me pagas? O que agonía, hijo de Dégel tenias que ser, siempre hiriendo mi pobre corazón - dijo mientras se apoyaba sobre la pared. Fingiendo un intento de desmayo.

Camus: dramático - fue lo único que le dijo para después volver a cubrirse.

Kardia: ¡Dramático! ¡hey niño respetame que soy tú padre! - le regañó.

Camus: mamá dice que el respeto no se exige, eso se gana y tú desde que comenzaste a fastidiar lo perdiste - le respondió aún debajo de las sábanas.

Kardia por su parte dramáticamente se tiro al suelo de rodillas, llorando, haciendo que Camus se levantará una vez más y lo viera con una ceja alzada.

Kardia: eres un niño muy irrespetuoso, ¡¿Cómo te atrevez a hablarme así a mi que soy quien ayudo a tú madre a darte vida?! - gritó de nuevo dramáticamente, Camus sonrió, haciendo que Milo viera preocupado a su suegro.

Camus: vaya hablando de eso... ¿que crees que es lo que dirá mamá si se entera de esto? - preguntó mientras Kardia levantó la mirada rápidamente y dijo.

Kardia: no te atreverías pequeño hijo de Chuky - dijo serio.

Camus: ¿Quieres apostar? - preguntó sin dejar de sonreír - ¡Shunrei! ¡Ve y dile al rey consorte que su esposo no deja de molestarnos! - gritó, mientras Kardia confundido volteó a ver a la chica que estaba en la puerta de la habitación con unas sábanas en las manos, la peliazúl únicamente hizo una pequeña reverencia, dejo las sábanas en una mesita que había junto a la puerta y fue a hacer lo pedido.

Kardia: ¡No! ¡Por favor eso no! ¡Te aunmeto el sueldo pero no le digas nada a mi querido cubito! - gritó preocupado mientras se iba corriendo detrás de la chica, al ver esto Milo no pudo contener más sus risas y comenzó a reír, mientras Camus únicamente lo vio.

Continuará...