no temblar

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Antes del segundo juego.

De noche.

El segundo juego era bastante peligroso, ya que se iban a internar en un bosque oscuro que había en el castillo, sería su segunda vez en ese tipo de actividades, por lo cual estaba nervioso.

Camus: jamás creí que llegaría el día en que me sentiría tan asustado como ahora - susurró, escucho que abrieron la puerta de la habitación donde estaba, por lo cual sin mucho interés creyendo que era un soldado preguntó - ¿y ahora que quieres? - preguntó molestó.

Milo: perdón... no era mi intención molestarte, únicamente quería ver como estabas, no es por sonar grosero pero... deberías por lo menos hablarme de forma más cortez, es demasiado difícil deshacerte de nuestros padres ¿sabes? - preguntó mientras el mayor asombrando y algo avergonzado por lo que había dicho se giro, para ver a su esposo ahí.

Camus: ¡l-lo siento! Jamás te hablaría así, creí que eras alguno de los estúpidos soldados que Aspros había puesto para asegurarse de que nadie hacia trampa - se apresuró a decir.

Milo: entiendo - respondió mientras bajaba la mirada.

Camus: ay... enserió una disculpa Milo - pidió nuevamente para después suspirar - en fin... ¿por que decías que viniste? - preguntó.

Milo: estaba preocupado por ti y quería asegurarme de que estabas bien - respondió.

Camus: ¿asegurarte de que estuviera bien? ¿Por qué no debería de estarlo? - preguntó confundido.

Milo: por lo que paso en la tarde con el primer juego, papá intento que no lo escuchara pero aun así lo hice y me di cuenta de que no exageraba, ese tipo intento hacer que cayeras del caballo, sin importarle que podría matarte en ese intento - respondió mientras el mayor suspiró.

Camus: los alfas del norte son así, juegan sucio para lograr sus objetivos, son tan orgullosos como los Deltas, así que no deberías sorprenderte, ya estaba preparado para algo así - respondió.

Milo: ¡¿y eso te parece normal? ¿No te das cuenta que si te descuidas ese tipo puede hacer algo que logre matarte?! - preguntó molestó mientras lo vio a los ojos, el Enigma también le mantuvo la mirada, serio, ante esto, Milo se dio cuenta de algo. Le había alzado la voz, no sólo aún príncipe si no que también a algo que el aún desconocía. Por lo cuál se cubrió la boca con sus manos rápidamente.

Camus: ¿estas diciendo que dudas de mi? Crees que un tipo así puede ganarme ¿es eso lo que intentas decir? - preguntó mientras Milo no supo que responder. Vio como su esposo se puso de pie y se aproximó hasta él, por lo cual sin siquiera haberlo querido se pego a la puerta, viendo como Camus se paro a escasos centímetros de él viéndolo - ¿Crees que soy tan ingenuo para dejarme matar así? - preguntó.

Milo: n-no jamás dije eso, lo que quise decir es que estoy... - no pudo seguir porque vio como Camus coloco sus manos a cada lado de su cabeza y lo beso en los labios impidiéndole seguir hablando, estaba confundido era obvio sin embargo, no atino a hacer algo más que corresponder aquel contacto de forma torpe, después de cinco minutos se separaron.

Camus: no tienes porque preocuparte Milo, no pienso dejarte viudo tan joven, además que tenemos muchas cosas que hacer, sin contar que no tienes que olvidar que tenemos que hacer existir al próximo heredero a la corona o mi mamá nos matará - le susurró cerca de su rostro.

El rubor que golpeó sus mejillas en ese momento al escuchar eso fue extremadamente exagerado y rápido se cubrió el rostro con sus manos, al ver esto, Camus no pudo evitar sentir adorable ese comportamiento en su esposo, suavemente retiro sus manos de su rostro y suavemente lo tomó entre las suyas, acariciando suavemente sus mejillas mientras Milo había quedado congelado ante el contacto.

Camus: te vez tan lindo así - le aseguro.

Milo: ¿enserió te parezco lindo? - preguntó.

Camus: eres él omega más hermoso que e visto en mi vida - aseguró para después acercarse y besarlo nuevamente, lo hizo de forma suave y lenta, Milo por su parte unicamente se dejó hacer, no sabía porque sentía esa necesidad de dejar que Camus hiciera lo que quisiera con él. No le importaba, únicamente quería saber hasta donde quería llegar.

El sonido de la puerta interrumpió su momento, por lo cual se separó suavemente y suspiró, mientras pegaba su frente con la de él.

Camus: es una verdadera lástima que este en esta situación ahora, de lo contrario, lo menos que haría sería dejar de besarte - le dijo.

Milo: ¿realmente es necesario que sigas haciendo esto? - le pregunto preocupado.

Camus: lo es amor, si quiero que en algún momento seas completamente mío y asegurar tú permanencia en mi familia debo de seguir con esto, pero no te preocupes no voy a dejar que nada me pase ¿si? Después de todo no puedo dejar que tú papá te lleve de regreso a tú casa o perdería mi honor - le aseguro sonriendo, para después dejar un suave beso en su frente y separarse un poco de él.

Continuará...

Él Enigma (Camus x Milo) (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora