DOS CORAZONES UN MISMO DESTINO

Capítulo 15: Sentimientos que generan temor

Un joven de rostro tierno platicaba con su novia en su oficina, mientras bebían una taza de café.

Entonces ellos no irán a la fiesta, decía Azumi.

No cariño, contesto Taro.

Y yo que quería darle una ayudadita a Sanae con su jefe, pronunció la joven.

¿A Sanae le gusta Tsubasa?, contesto el joven de rostro tierno sonriendo.

¡Eh! bueno, no sé si está enamorada de él, pero se los ve lindo juntos ¿no?, por ello yo quería tratar de unirlos en la fiesta, ya sabes, ayudando a Sanae a verse aún más linda de lo que es, para que llame la atención de su jefe,...., decía la joven, haciendo sonreír a su novio.

En tanto:

Tras bajar de un bus, un grupo de jóvenes liderados por su joven jefe, tomaban sus maletas para salir de una estación.

El hotel donde nos alojaremos no está muy cerca a la estación, ello me dijo Taro, por lo mismo tomaremos un taxi, pronunciaba Tsubasa, acercándose a la castaña, para tomar su maleta.

No, no, se preocupe, yo puedo con ella, expreso la castaña.

Bien, entonces salgamos de la estación, respondió Tsubasa.

Una vez fuera, Tsubasa detuvo dos taxis, en uno de ellos subió la castaña, junto a dos de sus compañeros de equipo, y en el otro lo hizo Tsubasa, junto a los otros miembros de su equipo.

Minutos después:

Tras bajar de los taxis, los jóvenes entraron al interior de un hotel, en donde recibieron las llaves de sus respectivas habitaciones.

En un par de horas, nos encontramos en el cafetín del hotel, para empezar con nuestro trabajo, pronunció Tsubasa.

Entendido, dijeron los presentes.

Sanae tomo su maleta, al hacerlo conecto sin proponérselo mirada con su joven jefe, sintiendo aquella calidez que les generaba cierto temor.

Nos vemos, dijo la castaña bajando la mirada, para luego continuar su camino.

Nos vemos, expreso Tsubasa, mientras llevaba sus manos a la altura de su corazón. No latas así, no lo hagas ¡por favor! estamos bien como amigos, sí, estamos bien como amigos, pensaba el apuesto joven.

Tokio:

Un joven de vestimenta elegante se acercaba a un hombre maduro de vestimenta tan elegante como la suya.

¿Cuándo regresaste padre?, pronunciaba Genzo.

Hace unas horas, quería ver los detalles finales de la fiesta de aniversario, además tenemos un tema pendiente, el cual solo lo discutimos por vía telefónica, contesto el señor Wakabayashi.

Padre, fue por mutuo acuerdo como te lo dije, agrego el joven.

Lo sé, Sugimoto, no me ha cuestionado la decisión que tomaron, aunque tampoco está muy satisfecho con la misma, no le quedo más que aceptar, sin embargo, su aceptación tuvo un precio como ya lo imaginarás, ...

¿Qué precio padre?, contesto preocupado Genzo.

Acciones dentro de esta constructora, y la representante de las mismas será su hija, dijo el señor Wakabayashi.

Ya me esperaba algo así de ese señor, respondió el joven.

Kumi no es como su padre, yo en verdad quería que lo de ustedes funcionara por lo mismo, pero....

Padre, el hecho de que ella y yo estemos divorciados, no será impedimento para trabajar en equipo, si es ello lo que te preocupa, agrego Genzo.

Me alegra oír ello hijo, contesto el señor Wakabayashi.