CAPÍTULO 15

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Según Enzo:

—Hace unos días me crucé a una chica en el avión viste. Resulta que es fotógrafa y estuvo en la premier de la otra vez. La verdad es que no la recordaba de ahí y solamente me le acerqué porque me llamó la atención, pero bueno, le mentí en que sí me acordaba de ella.

— Que hijo de puta, pero ¿y es linda?— Pregunta entre risas mi amigo Fran.

—Y sí, por eso me acerqué en primer momento y después, cuando me mostró las fotos, me di cuenta de que era buena en eso, así que le dije si le copaba hacer unas fotos.

—¿En serio?

—Sí, sí y en un rato viene.

Cuando el reloj marcó las 17:30 en punto, el timbre sonó. Que puntual es esta chica.

Al verla entrar, la miré con más detalle, era realmente muy bonita, pero se veía bastante joven.

Por otra parte, Francisco tendría que haberse ido hace rato, pero quiso ver cómo era Luz en persona.

Noto la incomodidad al encontrarse con mi amigo, así que para cortar con la tensión, le ofrecí algo para tomar.

-Agua está bien— me contestó tiernamente.

Durante ella conversaba con mi amigo sin que se dé cuenta, yo la observaba en detalle. Tras escucharla decir que tenía 19 años, mi mente se quedó en blanco, pero no sé, algo me llamaba la atención, sentía que ella tenía una vibra misteriosa que quería descubrir.

Finalmente, cuando Francisco se fue de mi casa, comenzamos con la sesión de fotos. Podía notar como la incomodidad de Luz persistía, así que hacía todo lo que tenía a mi alcance para quebrar ese hielo en ella.

El tiempo pasó y cuando terminamos me ofrezco a llevarla a su casa. Algo en mí quería conocer más de ella. ¿Quién era?, ¿dónde vivía?.

Necesitaba estar seguro de que era alguien fiable con la que tal vez podría trabajar, entonces le propuse volver a hacer fotos.

Sin pensarlo, me dijo que sí, con mucha emoción, y mientras viajábamos noté que su actitud había cambiado, debido al efecto del vino. Ya que, mientras voy manejando, de reojo puedo notar cómo no aparta su mirada de mí. Ya no disimulaba, pero entiendo que todavía es chica, y una sola copa de vino la soltó.

Cuando llegamos a su casa, la despido por primera vez con un beso en la mejilla. Las anteriores veces que nos habíamos visto, nuestro saludo había sido con distancia. Esta vez tenía que demostrarle confianza para así poder descifrar si también podía confiar en ella.

Me subo a mi auto, dispuesto a partir, pero la fotógrafa me sorprende asomándose por la ventana para despedirse también. No sé por qué se había tomado ese tiempo.

Mientras se despide, veo como me miraba los labios. Ya no era la misma que tocó tímidamente mi timbre.

Cuando estoy a punto de arrancar, esta misma chica que ya no parecía tan tímida, me roba un beso. Beso que no llegué a corresponder porque se apartó rápidamente de mi.

Puedo notar su cara de arrepentimiento y me percato de que no estaba pensando en cuanto lo hizo.

Yo, por mi parte, no llegué a sentir nada. Fue un poco inesperado, pero legalmente no había nada fuera de lugar.

Su reacción fue decir "perdón", casi murmurando y correr a su casa.
Sinceramente, no esperaba mucho más, ella estaba actuando como alguien de su edad.

Volviendo a casa, la escena de hace unos minutos invadía mi mente a cada rato.
Así que decidí hacer algo para mi tranquilidad y sobre todo la de ella.

Por esta razón, le envíe un mensaje en Instagram:

vogrincicenzo
—Luz, quería decirte que te quedes tranquila, no pasa nada. Arreglamos en estos días para las fotos. Buenas noches ❤️

𝐂𝐎𝐍𝐓𝐈𝐆𝐎 | 𝔼ℕℤ𝕆 𝕍𝕆𝔾ℝ𝕀ℕℂ𝕀ℂDonde viven las historias. Descúbrelo ahora