CAPÍTULO 14

1.3K 69 28
                                    

Mientras emprendimos viaje a mi casa, pude mirar detalladamente cada parte de él. Sus grandes manos con las venas notorias, su perfil derecho y su mandíbula marcada. Era como si mis ojos hablaran, estaba siendo tan obvia. Por ende en un momento me percato de eso. Para disimular, agarro mi celular y noto que estoy viendo un poco borroso y largo una risita en el medio de ese silencio, lo que provoca que Enzo se gire a mirarme. 
—¿Qué pasó?– me pregunta mientras sonríe.

—El vino pasó— le respondo tentada.

Ambos nos hundimos en un torbellino de risas producto de que el vino me estaba haciendo efecto.

Enzo cambió de tema para hacerme una propuesta que me dejó pasmada y encantada.

—En otra oportunidad, podríamos hacer otras fotos en la playa, si te parece.

—Por supuesto, sí, antes de que me vaya a Argentina.

—Sí, dale genial.

 Casi no reconozco la cuadra de mi casa, por estar tan embobaba mirándolo. Los minutos con él son fugaces, siento que tengo que aprovechar.

—¿Es acá? 

—Sí— le respondo babeando.

—Te ayudo a bajar las cosas— dice para seguido bajar del auto y abrirme la puerta.

—Muchas gracias— le digo con una sonrisa coqueta.

—Bueno, fue un gusto trabajar contigo, Luz, nos vemos pronto— me despide mientras coloca su mano en mi brazo para luego darme un beso en la mejilla. 

Me quedo muda y no alcanzo a responderle el saludo que ya Enzo se sube a su auto.

En cuestión de segundos, un gran impulso se apoderó por completo de mí, probablemente el alcohol lo había potenciado, así que con seguridad me planté en la ventana del auto y le dije. 
—¿Arreglamos para estos días entonces?

—Sí, sí— Responde, prendiendo el auto.

—Bueno, nos vemos.

Seguido a mi saludo y con mi mirada pegada a sus labios finos, rápidamente le planto un beso en la boca...

Tal vez estuve mal, pero era la gloria sentir sus labios contra los míos, intercambiando el aliento a vino caro. Y aunque fue cosa de segundos, lo viví eterno.

Mi corazón latía a mil por hora y mi cuerpo queria atravesar esa puerta que nos separaba.

Me percato de lo que está pasando cuando las palabras de mi hermana resuenan en mi cabeza: —Pero tampoco te sobrepases, hay momentos en los que tenés que controlarte— 

¡¿Qué acabo de hacer?!

Este capítulo es el verdadero:
Hoy me levanté coqueto 🎀 un poco inquieto, hoy te robo un beso de cheto 💋

𝐂𝐎𝐍𝐓𝐈𝐆𝐎 | 𝔼ℕℤ𝕆 𝕍𝕆𝔾ℝ𝕀ℕℂ𝕀ℂDonde viven las historias. Descúbrelo ahora