CAPÍTULO 48

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Según Luz:

Me encuentro preparando todo detalladamente y con mucho amor para el primer añito de Numa.

Mi instinto materno está a flor de piel, quiero estar presente en cada mínimo detalle.

Una vez todo en su lugar, el festejo comienza. Lágrimas rodean mis mejillas de la emoción. Cómo pasa tan rápido el tiempo, pareciera que fue ayer cuando me enteré de que estaba embarazada.

Durante esos momentos de embarazo, aprendí muchísimo a valorar el tiempo, entender que todo es pasajero y, en ocasiones, efímero. Por lo tanto, hay que aprovechar cada instante de la vida, al fin y al cabo se vive una sola vez.

-Mi amor, ¡feliz cumpleaños!- dice Enzo, tomando a Numa de mis brazos. -Los amo demasiado a los dos- hundiéndonos en un cálido abrazo familiar.

El día transcurría rápido, lo estábamos pasando muy bien, había tantas cosas, tanta comida, y todavía faltaba para que terminara, pero yo ya me sentía llena y, a decir verdad, algo descompuesta.

-¿Todo bien, amor?- consulta Enzo, poniendo una mano en mi espalda baja.

-Sí, sí, mi amor, estoy un poco llena, nomás-respondí entre risas, dándole un beso rápido para dirigirme al baño a refrescarme.

Según Enzo:

Disfruto del cumpleaños, pero interiormente no me sienta bien haberle ocultado a Luz el mensaje de Pablo. En su momento, creí que lo mejor era no decírselo, pero ahora, no estoy tan seguro. La noto extraña hace unos días, como distante, tal vez ¿él se comunicó con ella?

Me siento inseguro, preocupado, tengo que hablarle, aunque no sé si sea este el lugar indicado. Mejor debería esperar a estar en casa y ahora solo relajarme y pasarla bien con mi hijo en su día.

Según Luz:

-¿Cómo va todo, hermanita?-

-Ay, Sole, bien, que sé yo, estoy un poco irritada.- le dije mientras me lavaba las manos.

-¿Desde cuándo? ¿Pasó algo con Enzo?-dijo, cerrando la puerta del baño.

-No, no, pero, ahora que lo pienso, los últimos días estuve un poco más irritable de lo normal en general.

-Bueno, Isa, es normal, ahora sos mamá, tu vida cambió completamente.

-Sí, lo sé y por eso vine a desagotar un poco a ver si puedo seguir comiendo todo lo rico que hay- respondí entre risas.

-Bueno dale, vamos entonces que en un rato ya hay que cortar la torta- dijo llevándome del brazo.

No sé qué me pasa, no sé si será la emoción, pero intento disimular y mostrar lo mejor de mí, en especial para Numa, que está conectado a mí y siente todo lo que siento.

Según Enzo:

Luego de un largo día, el cumpleaños finalizó. Todo salió hermoso, Numa está muy feliz, pero Luz me preocupa un poco. Dijo que se siente mal, entonces las dudas me vuelven a atormentar. ¿Será que ya sabe lo que le oculté? Lo mejor es hablar con ella.

-Luz, ¿te sentís mejor?-dije dejando a Numa dormido en su cuna.

-Sí- acostándose en la cama -pero estoy muy cansada, ¿pasó algo?-

Ante su pregunta, me dio el pie para revelarle lo que tengo guardado.

-Sí, bueno, pasó que- perdón por no habértelo dicho antes, pero es que no sabía qué hacer sinceramente- dije, rascándome la nariz.

-No me asustes, ¿qué pasó?-

-Tranquila, es que hace unos meses recibí un mensaje extraño, justo el día de nuestro casamiento, pero recién lo leí después de volver de la luna de miel. Era tu ex.-

-¿Qué?-exclamó reflejando en sus ojos la confusión.

-Pablo, tu ex.- respondí nervioso.

-Sí, sí sé quién, pero decime qué dijo-.

Al mostrarle unas capturas de pantalla que había tomado antes de borrar la conversación, ella quedó atónita, confundida.

-Hace años que no sé nada de él, ¿por qué haría esto?

-No, no lo sé, amor, pero no pude ocultártelo más.

-Está bien, aunque no entiendo por qué decidiste no decírmelo.- revolea los ojos.

-Amor, ¿qué pasa? Discúlpame, en serio, pero me sentí muy raro, amenazado.

-¿Amenazado de qué, Enzo? Soy tu esposa, creételo.

-Por supuesto que me lo creo, pero estuve asustado, entendeme.

-¿Asustado de qué por Dios? Es un infeliz ese tipo.

-De perderte, de perderlos, amor.

-Eso nunca va a pasar- dice dándome un beso -. Ahora quiero descansar, mañana hablamos si querés-.

La aparición de este hombre, me hizo replantearme la seguridad y autoconfianza. Me hizo sentir amenazado por unos simples mensajes, tanto, que sentí el riesgo de perder a mi familia.

Entonces entendí que, aunque lo tenga todo, éxito y fama, tuve miedo como cualquier persona del montón, porque eso es lo que soy.


¡CAPÍTULOS FINALES!
sigan apoyando esta historia hasta el final, que está muy cerca de finalizar 💌

𝐂𝐎𝐍𝐓𝐈𝐆𝐎 | 𝔼ℕℤ𝕆 𝕍𝕆𝔾ℝ𝕀ℕℂ𝕀ℂDonde viven las historias. Descúbrelo ahora