𝐂𝐎𝐍𝐓𝐈𝐆𝐎 | 𝔼ℕℤ𝕆 𝕍𝕆𝔾ℝ𝕀ℕℂ𝕀ℂ

CAPÍTULO 44

Según Enzo:

Vivir la experiencia de ser padre es magnífico, completamente inexplicable. Es tan deseado que sentís como el corazón bombea fuerte al sentir sus pataditas, al verlo en las ecografías, al dormir abrazado a la panza.

Previamente a conocer a Luz y todo lo que vino después, siempre tuve un contacto muy estrecho con la familia de Numa, al cual interpreto en "La Sociedad De La Nieve". Sé que lo ven a través de mí y me tomaron como parte de su familia.

Cuando conocí a Luz, le conté lo importante que ellos son para mí, y como todos saben, ese fue el papel que me llevó a lo más alto de mi carrera.

Por lo tanto, cuando el riesgo en el embarazo pasó, visitamos a los Turcatti en un viaje que hicimos a Uruguay para pasar tiempo con nuestras familias y de paso ver unas casas allí, ya que llegamos al acuerdo de que deberíamos vivir ahí, en nuestro país.

A medida que los meses iban pasando, la incertidumbre de no saber cómo íbamos a llamar a nuestro bebé nos atormentaba. Igualmente, estábamos muy ansiosos porque ni siquiera sabíamos su sexo.

Hasta que finalmente, a los 6 meses de embarazo, lo supimos después de intentar varias veces anteriormente y que no se viera con claridad.

Ahora sí, era oficial, nuestro bebé sería un varón, un hombrecito.

Luz y yo estuvimos con muchos cambios de humor, sobre todo muy sensibles, en especial ella, por supuesto. Pero yo, no sé por qué llegaba a sentir las cosas que ella sentía, como antojos y emociones. Lo cual provocaba muchas risas entre nosotros.

Cada vez faltaba menos para el parto, y ahora que ya lo sabíamos, era momento de elegir un nombre.

Después de charlar profundamente entre nosotros y consultar a la familia, elegimos el nombre.

Pero hasta que no lleguemos al parto no se los voy a decir.

Ya estábamos ubicados. La mudanza fue tranquila y muy emotiva, estábamos juntos en la casa en donde nuestro hijo se criaría. Es nuestro hogar y con nuestras familias cerca.

Los nervios al estar cada vez más cerca del nacimiento me estremecían, estaba asustado, pero feliz, sabía que iba a ser todo nuevo, pero que iba a dar lo mejor de mí para ser el mejor padre posible.

A su vez, cada día trataba de ser el mejor novio y futuro esposo de Luz, apoyándola y entendiéndola por sobre todas las cosas. Ella se convirtió en mi prioridad.

A veces, tenía que consolarla por su miedo a no hacer las cosas bien con el bebé. 

"Tengo 23 años recién cumplidos, amor, no sé cómo hacerlo" decía, con preocupación.

La realidad era que por más que yo tenga 34 años, también me siento asustado, por eso sé que no es un tema de edad, y que al ser nuestro primer hijo, el miedo va a estar aún más latente que nunca.

Y para entonces, cuando llegó la hora, el miedo tomó todo el lugar. Yo trataba de no transmitirle mis sentimientos a Luz, quería que esté lo más tranquila posible.

Según Luz:

El sentimiento de saber que en unas horas vas a conocer a tu bebé es único e inigualable, no hay tal felicidad. Aunque me dolía todo y estaba muy asustada, supe que era necesario esforzarme para conocer a mi hijo.

El acompañamiento de Enzo fue vital para mi resistencia, por más que había más gente a mí alrededor, solo con mirarlo me calmaba. Sé que está asustado, demasiado también, pero está intentando todo para que yo no lo note. 

Según Enzo:

Con todas mis fuerzas me mantuve a su lado hasta escuchar el llanto de mi hijo, fue ahí cuando la emoción se apoderó por completo de mí y mil lágrimas brotaron por mis ojos al escuchar.

—El padre, ¿quiere cortar el cordón umbilical?—

El primer contacto con mi hijo, inolvidable, grabado por siempre en mi memoria.

Según Luz:

El momento que cambio mi vida llegó. Cuando te convertís en madre, tu vida es otra, cambia por completo.

El sentir su llanto encima de mí, por primera vez fue la vida misma. Fue como si yo hubiera nacido junto a él.

Con la voz quebrada, pero de felicidad le hablé por primera vez.

 —Hola mi amor, Numa, Numita—

Según Enzo:

Sí, como había dicho antes, después de charlar sobre el nombre, por la importancia que tuvo en mí, le pregunté a Luz si le parecía llamar "Numa" a nuestro hijo, ella accedió sin problemas, pero faltaba algo, teníamos que consultarle a los Turcatti.

Ellos con muchísima emoción dijeron que sí, que sería un honor para ellos y para su hermano.

Y es así como elegimos el primer nombre, seguido a eso, nombramos Numa Enzo Vogrincic Velázquez a la creación de nuestro amor...

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