𝐂𝐎𝐍𝐓𝐈𝐆𝐎 | 𝔼ℕℤ𝕆 𝕍𝕆𝔾ℝ𝕀ℕℂ𝕀ℂ

CAPÍTULO 34

Alerta contenido explícito

Según Luz:

A los meses de esa primera noche juntos, nuestras vidas cambiaron porque desde entonces supimos que queríamos estar juntos.

Fue así que comenzamos a hacer nuestra relación pública primero a nuestras familias, luego a nuestros amigos y por último todo el mundo se enteró. A raíz de eso, recibí muchos mensajes de personas con las que ya no hablaba, pero a la mayoría no les respondí, no me gusta la gente interesada.

Nunca nos ocultamos del ojo público, pero tampoco nos exponíamos demasiado. Yo no deseo ser alguien público, prefiero la vida tranquila y perfil lo más bajo posible.

Enzo también prefiere eso, aunque por su trabajo siempre estaría expuesto, pero estábamos dispuestos a sobrellevarlo.

Con nuestros trabajos todo siguió normal, yo seguía en la empresa y él seguía actuando.

Comencé a acompañarlo a entrevistas o eventos, pero ya no como fotógrafa (aunque si le sigo sacando fotos) sino como novia...

~

Cuando estamos mucho tiempo sin vernos nos extrañábamos demasiado, así que un par de meses después, Enzo me propuso la convivencia. Sin dudarlo, acepté, quería verlo lo más posible, cada día me enamoraba más.

Debatimos por dónde debíamos vivir y decidimos Argentina, así que abandoné mi departamento y me mudé al suyo, lugar en el que comenzó toda nuestra historia.

Enzo usaba este departamento cuando tenía que pasar mucho tiempo en Argentina por algún trabajo, así que estaba casi nuevo prácticamente.

Ahora lo habitaríamos todos los días. Se convertiría en nuestro hogar.

Hablando de lo sexual, después de nuestra primera vez nos volvimos adictos a querer que nuestros cuerpos se entrelacen en todo momento.

Éramos fuego cuando estábamos juntos, la cama sacaba chispas, pero nosotros nunca parábamos.

Así fue que, el primer día juntos en el departamento, lo festejamos a nuestra manera.

Como estábamos cansados por la mudanza, Enzo pidió comida rica para cenar.

-después viene el postre preciosa- dijo mientras agachaba su cabeza intentando disimular su sonrisa pervertida.

-para mí ya es después, hermoso- digo mientras me apuro comiendo.

Entre risas respondió -qué atrevida, de verdad hay postre corazón, pedí helado-

Después de terminar apuradamente la comida y el helado, no podía aguantar más las ganas de que sus grandes manos recorran todo mi cuerpo.

Así que fui al baño velozmente a prepararme para tomar un baño.

Ni bien me desvisto y me reposo en la bañera, un golpe en la puerta me interrumpe.

-¿Amor?

-¿Qué pasó?- respondo

-¿Puedo pasar?

-Siii, pasá

Enzo abre la puerta y entra en bóxer.

-¿Por qué estás en bóxer?- pregunto asombrada.

-Porque me voy a bañar también, ¿puedo?

-Obvio- respondo mientras observo como se despide del bóxer para quedar totalmente al descubierto.

Mientras batallamos para acomodarnos, quedamos en la posición perfecta.

Él encima de mí y yo rodeando su cuerpo con mis piernas. Sumergidos en un abrazo, los besos suaves comenzaron. Sus labios recorren lentamente mi cuello y mis manos palpan su espalda para luego, al escuchar su respiración agitada, rasguñarlo de arriba a abajo.

Seguido de un "te amo" acompañado de caricias, lo miro a los ojos casi rogándole que entre en mi cuerpo.

Enzo se acomoda a la altura de mis pechos para comenzar a bañarlos de besos mojados, provocando que unos suaves gemidos escapen de mi boca

Enzo me mira sonriendo, disfrutando del momento para acotar -voy a desagotar esto-
Refiriéndose a la bañera.

-¿Para qué?- pregunto sumamente excitada.

-Ya vas a ver para qué- dice mientras coloca mis dos piernas abiertas en los bordes de la bañera.

Para seguido hacer un camino de besos desde mis pechos hasta mí pubis.

Se turnaba para besar mis piernas y entre ellas. Causando que mis ojos se pongan blancos del placer. Era tan hábil con su lengua que me hacía estremecer.

Después de probarme, Enzo me levantó de la bañera y así, sin secarnos, me cargó hasta nuestra habitación para colocarme boca abajo y entrar en mí totalmente mientras soltaba gemidos libremente.

Era muy bueno, sabía lo que hacía. En cada movimiento no podía evitar gemir y pedirle que siga así.

-Pedime más- decía Enzo con la respiración agitada.

Haciendo que moje toda la cama de lo bien que me hacía sentir.

Para luego terminar haciendo un recorrido de besos por toda mi espalda, acostándose en la cama y acomodándome semi arriba de él.

Agotados e inquietos, pero sin poder dormir, el amanecer comenzaba a asomarse.

Entre la cama desacomodada, Enzo apoya su cabeza boca arriba en mis piernas y mientras cierra sus ojos murmura.

-me dejarás dormir al amanecer, entre tus piernas-

Una sonrisa se forma en mi rostro y le sigo la canción tarareando mientras cierro mis ojos y acaricio su pelo negro.

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Cómo que hace calor, no?? JEJEJEJ
Hoy me levanté con ganas de recomendar así que lean el capítulo escuchando "La ciudad de la Furia" 😽 de nada. Nos vemos mañana con más capítulossss<3