CAPÍTULO 29

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Mi regreso a Argentina fue atormentador, durante el viaje me la pasé pensando en las palabras de Enzo: "a medida que fue pasando el tiempo, no te pude sacar de mi cabeza".

¿POR QUÉ? ¿POR QUÉ TENÍA QUE DECIR ESO JUSTO AHORA?

Indignaciones tras indignaciones, finalmente llegué a Argentina. 

Pasó 1 día, pasaron 2 días, pasaron 3 y 4 y así sucesivamente. Yo intenté seguir mi vida normal, tratando de evitar pensar en España, pero cuando pasó 1 semana de ese último día, mi celular suena y no me pregunten cómo, pero supe que era Enzo.

Dicho y hecho, era él, diciéndome que esperó mi mensaje, pero entiende que debo estar ofendida todavía. Que solo quería saber si estoy bien y que quiere que quedemos, al menos, como amigos. 

¿POR QUÉ TENÍA QUE VOLVER A HABLARME? ¿POR QUÉ?

A las horas, le respondí que estaba bien y que sí, que me parecía bien quedar como amigos.

La confusión era mi sombra y ya no sabía qué decir, porque realmente, desde que llegué a Buenos Aires ni volviendo a la rutina me pude librar de sus palabras. Pero creí que era cuestión de tiempo.

Lamentablemente, no fue así. Los meses siguientes me sobrecargué de trabajo y me agobiaba que no me salieran bien las cosas. También empecé a tener problemas con Mateo, al principio eran solo pequeñas discusiones por motivos válidos, pero después eran conflictos por cosas estúpidas que ni tenían sentido.

 Me dolía mucho que discutamos, pero me dolía más aceptar que ya no sentía lo mismo por él. 

En algunos momentos parecíamos más amigos que pareja, me recordaba demasiado a Tomás y, como había dicho antes, él no merecía sufrir por mí, él merece mucho más, a alguien que lo ame como él ama.

Así que, después de 2 meses de mi regreso de Madrid, dimos fin a nuestra relación.

Él es una de las mejores personas que conocí en mi vida, tan comprensivo que me entendió y quedamos en buenos términos.

Necesitaba estar sola un tiempo, respirar y relajarme. 

Quiero mucho a Mateo, pero últimamente ninguno de los dos la estaba pasando muy bien.

Por otra parte, estaba Enzo, el cual me escribía una vez a la semana intentando hacerme aflojar, porque la verdad es que sigo enojada con él. No lo hago responsable directo de mi desestabilización, pero sí lo impulsó mucho. Me hizo desconfiar y hasta llegué a pensar que solo se apareció en mi vida después de verme en pareja.

Finalmente, con el tiempo me rendí y le empecé a contestar, entablando una especie de "amistad" o simplemente amabilidad.

𝐂𝐎𝐍𝐓𝐈𝐆𝐎 | 𝔼ℕℤ𝕆 𝕍𝕆𝔾ℝ𝕀ℕℂ𝕀ℂDonde viven las historias. Descúbrelo ahora