CAPÍTULO 21

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Devuelta a Luz

Pasaron cuatro días de esa última vez que vi a Enzo, ahora estoy en el aeropuerto camino Argentina, planeaba quedarme unos días más, pero me llamaron de la empresa con la que estuve trabajando para hacer una sesión de fotos con una marca en Buenos Aires.

Desde ese último día me estoy cuestionando por la decisión que tomé, me pregunté una y mil veces si estuve bien.

Mi hermana me dijo en pocas palabras que fui una pelotuda por no aprovechar la posibilidad de acostarme con él.

Ella ya sabe lo que pienso, y respeto su pensamiento también, pero no puede decidir por mí, lo que hice y dije ya no lo puedo cambiar, por más que me arrepienta o no.

Sumado a lo de Enzo, ahora la idea de volver a ver a mis “amigos” me invadía la mente. Sé que no fui la mejor con ellos, pero ellos tampoco lo fueron conmigo. Los vínculos por conveniencia no van con mi moral, el sentimiento tiene que ser auténtico o no ser, es simple.

Yo no me sentía parte del grupo y nadie lo notó, o si lo notaron no hicieron nada para integrarme, apuesto que si no hubieran visto mis publicaciones ni siquiera se hubieran dado cuenta de que me fui.

Por otra parte, lo de Tomás y Juana me había caído como un trago amargo, no me molestaba que estén juntos, lo que me jodía era que se hayan alejado de mí, sobre todo Tomi, que era mi mejor amigo. Si nos seguiríamos hablando, él hubiese sido otro confidente con todo este drama entre el actor y yo.

Sacando lo de Enzo, mis días en Uruguay fueron hermosos, pasar tiempo con mis papás, hablar de todo con mi hermana, pasear por los lugares de mi infancia me hacía sentir que no necesitaba nada, que lo tenía todo, pero ahora, al llegar a Argentina, el lugar en el cualb vivo desde hace dos años y medio, vuelvo a sentirme vacía, ahora es al revés.

Cuando me mudé fue porque todo en Uruguay me recordaba a mí ex y lo que pase por su culpa. Aunque nunca sentí estar completamente recuperada acá, algo en la ciudad de la furia me daba aliento y ganas de vivir.

Tenía un motivo, propósitos; estudiar para después trabajar y mantenerme ocupada pero hoy, aunque estoy en mi casa actual, no la siento como tal. Supongo que es cuestión de acostumbrarme y volver a empezar.

𝐂𝐎𝐍𝐓𝐈𝐆𝐎 | 𝔼ℕℤ𝕆 𝕍𝕆𝔾ℝ𝕀ℕℂ𝕀ℂDonde viven las historias. Descúbrelo ahora