CAPÍTULO 3

1.9K 72 3
                                    

–Nos vemos Lu, suerte– me despidieron todos, nadie notó mí incomodidad.

La realidad era que se me mezclaron muchas cosas, la emoción de la película sumado a lo de Tomás y Juana, me llevaron a pensar en lo que justamente no quería recordar, en mí anterior relación, en esa relación tóxica que me había dejado sin ganas de vivir y en un intento de dejar de pensar en eso dije en voz alta, no voy a volver a involucrarme emocionalmente con nadie más, cerré mí corazón, ya está. Me voy a enfocar en mis estudios y trabajo, tengo que prepararme para la entrevista mañana recordé, mientras me secaba las lágrimas.

Dejé todo preparado, mí cámara, mis fotos y todo lo necesario para lo que sea que me pidan. Además se acerca un fin de semana largo y quedé en ir a visitar a mí familia en Uruguay esos días, tengo miedo de ver a mí ex allá, de solo pensarlo se me ponen los pelos de punta, pero bueno, solo serán unos días.

Antes de ir a dormir me pongo a indagar sobre la película, los actores y la historia real con la que quede realmente destrozada.
Ahí es donde me doy cuenta que gran parte del elenco son uruguayos, y con Enzo específicamente, me inunda una especie de esperanza de encontrármelo en Uruguay, sin embargo, vuelvo a la tierra y me digo a mí misma –es imposible, no hay chance–

Llegó el día, me preparo lo más rápido que puedo porque estoy llegando un poco tarde pero estoy confiada, siento que por las referencias de anteriores trabajos me van a tomar.

Recién salgo de la entrevista, les gustó mí trabajo al parecer, quedaron en llamarme en estos días para ser una de las fotógrafas en un evento acá en Buenos Aires. Estoy más que feliz, al fin una buena.

A los 4 días recibo la llamada

–¿Podrías estar para mañana a las 9am para unas pruebas y organización con el equipo? El evento es este domingo–

Había estado esperando ansiosa que me contactaran, así que con entusiasmada respondí

–Sí, por supuesto–

Con la emoción del momento, quise contarle a Tomás que me llamaron, pero creo que hacer eso solo me confundiría más y mejor voy a tomar un poco de distancia, además el tampoco me escribió ni me preguntó nada estos días.

Cayó la noche y mientras me preparaba emocionalmente para mañana recibo un mensaje de quién no esperaba, era Juana.

–Luz, hola, disculpa la hora pero ¿Tomás está con vos?–

Me quedo anonadada, Juana, mí supuesta amiga la cuál tampoco me habló estos días para saber siquiera cómo estaba, me escribe preguntando por Tomás,
¿Qué iba a saber yo? Si ahora ellos se la pasan juntos todo el tiempo.

–Hola, no tengo idea– Respondo un poco fría y ya no recibo respuestas de su parte.

Me quedo preocupada, a la vez confundida también, pero no sabía que hacer, no sabía si era correcto escribirle, pero finalmente lo hice.

–Hola Tomi, estás?

Recibo una respuesta casi inmediatamente
–Sisi Lu, que pasó?–

–Pasa que me escribió Juana preguntando por vos, ¿estás bien?

–Si todo bien, no le des bola, está jodiendo.

Ante esa respuesta creo haber entiendo, fue una especie de "trampa" para que yo pisara el palito. Supe que todo iba a cambiar un poco ya, ese juego sucio de Juana no me gustaba, sabía que atrás de eso estaba Luján, la cuál amaba crear problemas. Este domingo no iba a ir a la comida de todos los domingos con ellos, tenía que trabajar, igual, de todas formas, no iría, ya no era igual, el ambiente era incómodo, el último día que nos juntamos ni siquiera me quedé en casa de Lisandro, no sé, algo en mí intuición me decía que yo ya no pertenecía ahí.

–Okay– Respondí de manera cortante y tampoco recibí respuesta de su parte.

Un poco desilusionada, me preparo para dormir, y caigo en un sueño profundo.

Es hoy, por suerte pude dormir bastante y estoy llegando a horario. Al llegar, veo muchas caras nuevas, gente de todas las edades, algunos más profesionales, otros más novatos –¿En qué lugar estaré yo?– me pregunto mientras seguían llegando más personas con muchas cámaras y miles de cosas que ni siquiera se sus nombres; ahí me doy cuenta que yo aún pertenecía al grupo novato. Ese grupo inexperto que solo corría con suerte por tener plata, pero esta vez no era tan así, por primera vez había conseguido un trabajo por mí cuenta e iba a tener mí propio ingreso, sin ser una mantenida de mis padres.

𝐂𝐎𝐍𝐓𝐈𝐆𝐎 | 𝔼ℕℤ𝕆 𝕍𝕆𝔾ℝ𝕀ℕℂ𝕀ℂDonde viven las historias. Descúbrelo ahora