CAPÍTULO 40

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Según Enzo:

El tiempo sin ella estaba pasando muy lento, la estaba pasando fatal por algo que ni siquiera soy culpable.

Tuve muchos sentimientos encontrados durante nuestro tiempo separados. En algunos momentos estaba muy dolido, en otros, enojado con ella, por no haberme creído. Después lograba recapacitar y entender su reacción, aunque estaba equivocada.

Me asustaba que siga pasando el tiempo y no saber nada de ella, ya que no me respondía y rechazaba cualquier cosa que venga de mí. Pero entendía que ella todavía no quería verme, así que me aguantaba solo por ella.

Hasta que no pude aguantar más. Estaba demasiado deprimido, tanto que la gente con la que trabajo empezaba a notarlo, ya que estaba en pleno rodaje de la serie. La cual tuvo un cambio respecto a la duración de las grabaciones. Las acortaron, durarían 3 meses menos de lo que duraría en un principio. Eso en parte me alivió porque necesitaba arreglar esto con luz.

Ya no sabía qué hacer al no recibir respuestas de ella, así que lo único que se me ocurrió fue preguntarle a Soledad, su hermana, sobre Luz. Ella, sabiendo la situación y el motivo de nuestra separación, dijo que por alguna razón me creía a mí y que sabía que Luz todavía me amaba. Para seguido revelarme que en unos días, iría de visita a Uruguay y se quedaría aproximadamente 2 semanas.

Era la oportunidad perfecta para hablar con ella.

Así que saqué un pasaje inmediatamente también para aprovechar y pasar tiempo con mis amigos y familia en Uruguay. Mientras esperaba tener alguna noticia sobre ella.

—Luz ya está acá, pero nos vamos a Punta del Este, te puedo avisar cuando volvamos porque la conozco y si te ve ahora es capaz de irse.— me comunicó su hermana.

Tendría que esperar un poco más.

~


Esperé el mensaje de Soledad, la cual ya me había dicho que vuelvo tomaría Luz, para que, como plan B, viajemos en el mismo avión destino a Buenos Aires.

—Está por irse al aeropuerto en un rato, perdón por avisarte recién, casi me olvido- me comunica Soledad.

Tengo aproximadamente unos 20 minutos de viaje hasta su casa, y un amigo me prestó su auto y me acompañó.

Por suerte ya tenía preparada mi valija, pero ¿por qué se estaría yendo tan temprano? Faltaban casi dos horas para el vuelo.

Me apuro lo más que puedo para llegar a tiempo, pero el tráfico no ayudaba. Me empiezo a desesperar. Necesito verla.

Entre los bocinazos de los autos, logro diferenciar el sonido de notificación de mi celular.

—Ya se fue, Enzo. Andá directamente al aeropuerto—

Al leer, me tranquilicé, todavía me quedaba bastante tiempo para llegar.

Pero el tráfico seguía y la hora empezaba a correr.


~

Finalmente, cuándo llegué, traté de taparme para evitar ser reconocido y que ella supiera que estaba ahí.

Faltaba menos de una hora, así que me senté a esperar, es ahí cuando la veo pasar, tan hermosa como siempre. Es increíble todo lo que despertó y sigue despertando en mí. 

Cuando se aleja un poco más, me levanto para ir tras ella, pero sin que se dé cuenta. Sabía que si le hablaba ahora era capaz de irse. Era más seguro verla directamente en el avión, donde no tendría a dónde escapar.

𝐂𝐎𝐍𝐓𝐈𝐆𝐎 | 𝔼ℕℤ𝕆 𝕍𝕆𝔾ℝ𝕀ℕℂ𝕀ℂDonde viven las historias. Descúbrelo ahora