Caminar por las resplandecientes calles de Beverly Hills con un traje en las últimas, una reliquia de las ofertas de hace cuatro días, es como danzar en la cornisa entre dos mundos opuestos. La esplendidez de los edificios suntuosos se erige como un contraste pronunciado contra mi atuendo desgastado, subrayando la brecha entre mi realidad y la fantasía que rodea estos lugares. Cada paso que doy resuena en la acera, un eco insistente que me recuerda que, a pesar de la imponente arquitectura que me rodea, soy un forastero en este reino de lujo y opulencia.
Connor Carter es mi nombre, una etiqueta que apenas revela las complejidades que yacen debajo de la superficie. Con 27 años a mis espaldas, he dedicado toda mi existencia a seguir la senda que se supone conduce al éxito. Buenas calificaciones, llegar a casa temprano; fui un devoto seguidor de la receta para una vida victoriosa. Sin embargo, descubrí que aferrarse obstinadamente a la norma, al camino predestinado, no siempre garantiza el destino esperado.
Mi vida dio un giro inesperado cuando obtuve una beca para estudiar en el prestigioso instituto de Harvard. Mis padres hicieron sacrificios inimaginables para brindarme una oportunidad que jamás habría soñado tener.
Años después, me encontré con un viejo compañero del instituto, Jordan. Su aspecto de niño bien y su sonrisa deslumbrante contrastaban con mi traje desgastado. Sin embargo, su presencia me recordó que las apariencias a menudo engañan, se acercó a mi con paso firme.
—¿Cómo es posible que siendo el más listo seas el peor vestido del lugar? —me abrazó con entusiasmo.
—Me alegra verte también, Jordan —respondí con una risa nerviosa.
—¿En qué trabajas ahora? —preguntó, su interés palpable.
—Soy el corredor de bolsa más joven del país. Trabajo en la bolsa del Pacífico —dije con orgullo.
—¿Vives en el centro? —inquirió, sorprendido.
Negué con la cabeza.
—Vivo con mi padre.
—¿Con tu padre? ¿Cuánto te llevas? Parece que no te pagan— dijo incrédulo.
—El 1% —respondí, resignado.
—¿1% por cada venta? —parecía sorprendido.
Asentí, sintiendo la realidad de mi modesto porcentaje.
—Te mereces más que eso —afirmó con sinceridad.
Encogí los hombros, acostumbrado a las limitaciones que la vida me había impuesto. La conversación cambió de rumbo cuando Jordan, con una sonrisa pícara, reveló un sobre lleno de dinero.
—¿Es dinero en efectivo? —tartamudeé.
Mi mandíbula casi se dislocó al ver la cantidad de dinero que llevaba consigo. Era mi salario de un año en un maldito bolso blanco.
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Los Chicos De Harvard •Madison Beer• Megan Fox• Sofía Carson•
RandomEn las brillantes y deslumbrantes calles de la alta sociedad de Beverly Hills, donde el poder y la riqueza se entrelazan en un juego peligroso, se encuentra Connor Carter, un joven ambicioso con un talento innato para los negocios y una determinació...