El aeropuerto estaba lleno de actividad, con personas apresurándose de un lado a otro, maletas rodando por el suelo y el zumbido constante de las pantallas de información. Sofía y yo nos encontrabamos en medio de la multitud, rodeados de maletas y una emoción palpable en el aire.
—Sofía, no puedo creer que finalmente estemos haciendo este viaje— dije con una sonrisa radiante mientras la miraba.
Sofía asintió con entusiasmo, sus ojos brillando con anticipación.
—¡Lo sé! Va a ser increíble, cuatro días en México, solo tú y yo, disfrutando del sol, la playa y la comida deliciosa.
Me acerqué a Sofía y la abracé con ternura, sintiendo su calor contra mi pecho.
—No puedo esperar— murmuré, antes de inclinarme y besar suavemente su barriga.
Sofía rió suavemente, acariciando mi cabello con ternura.
—¿Qué fue eso por?—preguntó con una sonrisa juguetona.
Levanté la mirada para encontrarme con sus ojos brillantes.
—Solo quería asegurarme de que nuestro pequeño sepa cuánto lo amamos, incluso antes de que nazca— respondí sinceramente.
Sofía se conmovió por mi gesto y me abrazó con fuerza.
—Te amo— susurró.
Era la primera vez que Sofía me decía esa palabra, no supe que decir y me límite a sonreír mientras me daba otro beso.
¿Estoy preparado para casarme con ella pero no para decirle que la amo?
El rugido de los motores del avión resonaba en mis oídos mientras nos preparábamos para despegar. A mi lado, Sofía y yo nos aferrábamos mutuamente, nuestras manos entrelazadas reflejando la emoción que sentíamos por nuestro viaje a México. El ambiente en la cabina era de expectativa, con pasajeros charlando animadamente y preparándose para el vuelo.
A medida que el avión ascendía, las luces de la ciudad se desvanecían debajo de nosotros, dando paso a la oscuridad de la noche estrellada. Las azafatas comenzaron a servir bebidas y aperitivos, y nos sumergimos en la atmósfera relajante del vuelo.
Sofía y yo nos sumergimos en la planificación de nuestro viaje, discutiendo emocionadamente las actividades que queríamos hacer y los lugares que queríamos visitar. Nos perdimos en la conversación, compartiendo risas y miradas cómplices mientras el avión surcaba los cielos.
El capitán anunció que estábamos a punto de aterrizar en México, y sentí una oleada de emoción y anticipación recorrerme. Sofía y yo intercambiamos sonrisas, listos para comenzar nuestra aventura juntos en esta tierra llena de promesas y nuevas experiencias.
Al bajar del avión, sentía una mezcla de emoción y nerviosismo recorrerme. La nueva aventura en México apenas comenzaba, y la idea de explorar un lugar desconocido me llenaba de energía. Mis ojos brillaban con la anticipación de lo que estaba por venir.
Caminar por el aeropuerto era como sumergirse en un mar de posibilidades. Cada paso que daba era un paso más hacia la aventura, y mi corazón latía con fuerza, ansioso por lo que nos esperaba en este viaje.
Cuando llegamos al hotel, la emoción alcanzó su punto máximo. El lujo y la elegancia del lugar me dejaron sin aliento, y apenas podía esperar para ver la reacción de Sofía cuando viera lo que había planeado para nosotros. Cada momento que pasaba me acercaba más a revelar la sorpresa, y mi corazón latía con fuerza mientras subíamos en el ascensor.
Cada piso que ascendíamos aumentaba mi nerviosismo, pero también mi emoción. Sabía que lo que nos esperaba al final del camino sería algo especial, algo que recordaríamos para siempre.
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Los Chicos De Harvard •Madison Beer• Megan Fox• Sofía Carson•
RandomEn las brillantes y deslumbrantes calles de la alta sociedad de Beverly Hills, donde el poder y la riqueza se entrelazan en un juego peligroso, se encuentra Connor Carter, un joven ambicioso con un talento innato para los negocios y una determinació...