Mientras pensaba en mis fantasías de venganza contra mi exjefe, recordé la importancia de la llamada que debía hacer al señor Hunt. Busqué frenéticamente mi teléfono entre mis pantalones y, finalmente, encontré la tarjeta con su número. Mis dedos temblorosos marcaron el número y esperé con ansias a que contestara.
La conversación fue breve y formal, pero recibí la dirección del restaurante por mensaje de texto. Consulté el reloj: 13:27. El tiempo se agotaba rápidamente, y sabía que debía darme prisa si quería llegar a tiempo. Deposité apresuradamente las pertenencias de las cajas y me apresuré a guardarlas, consciente de que no podía hacer esperar al señor Hunt.
El restaurante probablemente estaba ubicado en el centro de la ciudad, mientras yo me encontraba en las afueras. La posibilidad de llegar a tiempo en autobús era prácticamente nula, así que no tuve más remedio que llamar a un taxi. Afortunadamente, llegó rápidamente, y le rogué al conductor que me llevara con urgencia.
Con alivio, llegué al restaurante con diez minutos de anticipación. Dudé un momento sobre si quedarme en el taxi o entrar de inmediato para preguntar por la reserva del señor Hunt. Opté por lo segundo, pagué al taxista y me dirigí hacia la entrada.
El ambiente del restaurante era de pura elegancia, con camareros impecablemente vestidos y una atmósfera de refinamiento en el aire. Me sentí ligeramente fuera de lugar con mi traje arrugado y mi nerviosismo palpable, pero me armé de valor y me acerqué al maître, cuya mirada crítica recorrió mi aspecto con desdén apenas disimulado. Sin embargo, mantuve la compostura y le pregunté por la reserva del señor Hunt, decidido a no dejar que mi situación actual me hiciera sentir inferior ante aquel ambiente de opulencia
—¿La mesa del señor Hunt? —pregunté de nuevo, intentando parecer tan seguro como el maître, a pesar de la chispeante ansiedad que bullía dentro de mí.
El maître revisó su libreta con gesto impasible, sus dedos deslizándose con elegancia sobre las páginas. Después de un breve momento que pareció una eternidad, levantó la mirada y asintió.
—Sí, tenemos una reserva a nombre de Kevin Hunt, Sígame, por favor.
Aunque logré ocultar mi alivio, su mirada sugería que mi presencia no era del todo bienvenida. Me guió a través del lujoso interior del restaurante, con mesas cuidadosamente dispuestas y camareros ataviados con delantales impecables. La opulencia del lugar me hacía sentir como un pez fuera del agua, pero estaba decidido a no dejar que eso me afectara.
Finalmente, llegamos a una mesa reservada en una esquina estratégica del restaurante. La atmósfera estaba impregnada de un susurro constante de conversaciones elegantes y risas discretas. El señor Hunt aún no había llegado, lo que me otorgó unos minutos para acostumbrarme al ambiente y reflexionar sobre mi encuentro anterior con el maître.
Me senté en la silla elegantemente dispuesta y revisé mi teléfono para asegurarme de que no había mensajes urgentes o llamadas perdidas. Todo parecía tranquilo, al menos por ahora. El maître me entregó el menú con un gesto formal y se retiró discretamente, dejándome a solas con mis pensamientos.
Miré el reloj: 13:55. Aunque había llegado antes de tiempo, la impaciencia me consumía. Decidí aprovechar el tiempo revisando el menú, repleto de platos cuyos nombres apenas podía pronunciar. Opté por estudiar la lista de vinos, tratando de parecer más sofisticado de lo que realmente era. Mientras hojeaba las páginas, mi mente divagaba hacia la razón detrás de esta invitación de Kevin Hunt.
¿Qué esperaba de esta comida? ¿Solo una charla informal o había algo más en juego? Me forcé a apartar esas dudas de mi mente y centrarme en el momento presente. Mis pensamientos oscilaban entre la incomodidad por el despido reciente y la anticipación de lo que vendría a continuación. La silla reservada se sentía como un trono incómodo, pero estaba decidido a enfrentar lo que fuera necesario.
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Los Chicos De Harvard •Madison Beer• Megan Fox• Sofía Carson•
RandomEn las brillantes y deslumbrantes calles de la alta sociedad de Beverly Hills, donde el poder y la riqueza se entrelazan en un juego peligroso, se encuentra Connor Carter, un joven ambicioso con un talento innato para los negocios y una determinació...