Los Chicos De Harvard •Madison Beer• Megan Fox• Sofía Carson•

Capítulo 28

El brillo de las luces de Beverly Hills parpadeaba ante mí mientras permanecía en la azotea, reflexionando sobre la inesperada magnitud del evento que se estaba desarrollando en mi piso, después de la intensa sesión de sexo con Sofía, me encontraba ahora rodeado de socios potenciales, todos ellos vestidos con elegancia excesiva que dejaba claro que pertenecían a un mundo completamente diferente al mío.

El frío de la noche se colaba por mi piel, y mi cabello aún llevaba el rastro de la ducha que me había tomado para refrescarme después de la fogosa sesión en el sofá, Jordan, el arquitecto de esta reunión, se acercó y colocó su mano en mi hombro, expresando su satisfacción.

—Al final tenías razón, esto ha sido una muy buena idea.

Sonreí, aunque en mi interior seguía sorprendido de cómo había llegado a este punto, cambios de imagen, lecciones de comportamiento y el empuje de Jordan me habían permitido entrar en el mundo de los ricos y poderosos de Beverly Hills.

—Te lo dije, un piso bonito, una imagen bonita, y conseguirás un montón de socios nuevos —me abrazó, celebrando el éxito momentáneo.

La verdad detrás de mi éxito inesperado, se encontraba Jordan. 

—Por cierto, Megan ha venido —informó Jordan con un gesto vulgar.

Mis cejas se elevaron ante la revelación, no había esperado que Megan, la esposa del señor Hunt, aceptara la invitación, intenté restarle importancia a la situación.

—No pensé que fuese a aceptar la invitación.

Jordan se giró hacia los ventanales del salón, indicando con la mirada que la señora Hunt estaba presente, hacía apenas dos horas, le había sugerido a Jordan que la invitara en representación del señor Hunt, quien se encontraba en Alemania, mi sorpresa aumentó al notar la insinuación de Jordan.

—A mí me da que esta mujer no ha venido por el contrato del viejo —bromeó, insinuando más en sus palabras.

Giré la cabeza para observar el salón desde el balcón, la señora Hunt, con su elegancia innegable, capturaba la atención de todos los hombres presentes, Jordan, con su característico tono sarcástico, señaló mi responsabilidad.

—¿Te has presentado ya? —me golpeó el hombro.

Negué con la cabeza, sintiendo una mezcla de ansiedad y curiosidad, Jordan, con su característica franqueza, insistió.

—Pues corre, eres el dueño, capullo.

Decidí enfrentar la situación y me dirigí hacia el salón, la señora Hunt, una figura imponente, se encontraba en el centro de la atención, todos los ojos puestos en ella, no sabía cómo había logrado convencerla para que viniera, y mucho menos cuáles eran sus verdaderas intenciones,  este encuentro prometía ser mucho más complicado de lo que había planeado.

El bullicio de la fiesta se mezclaba con la música suave que resonaba en la azotea, Sofía charlaba animadamente con su primo y otros socios, ajena a la tensión que se gestaba entre la señora Hunt y yo, la decisión de Sofía de aparecer en la reunión después de la llegada de Rodrigo, su primo, había sido sorprendente pero no inesperada, Rodrigo se sorprendió al verla, pero al enterarse de que había coincidido con Jordan en Dynamite, comprendió su presencia.

La señora Hunt, por otro lado, examinaba un cuadro que Jordan había traído para darle un toque chic a mi hogar, me acerqué tembloroso, consciente de que lo que estaba a punto de hacer no era lo correcto, pero una parte de mí estaba completamente desatada.

—El cuadro es espectacular, ¿no cree? —le dije, tratando de sonar seguro de mí mismo.

Ella me miró, esbozó una sonrisa intrigante y volvió su atención al cuadro.