Libro II "DESEPERATE LOVE"
Una historia a base de mentira nunca tiene un final feliz y esta fue la mía, no sé en que momento pero perdí a la persona que estaba conmigo en todo momento.
NO pensé que Anastasia Brown fuera la persona que fuera a dequel...
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Anastasia.
Miro a mis pequeños y delicados hijos. ¿No sé cómo los tuve? Pero lo importante es que están conmigo. Mi celular suena y veo el número que he estado esperando todo este tiempo, llegué a pensar que nunca más me iba a llamar..
— Hola mi querida y pequeña, Reyna. Tenemos un trabajo para ti, ¿Estás adentro?
—Si. — responde firmemente — No te olvides de llevar mi vehículo, si no, no hay nada.
—No te preocupes ya está todo listo. Te veo en veinte minutos.
Cuelga y me apuro a salir el cuarto de mi hijos con dirección al mío, llegó a mi cuarto y en una maleta pongo mis armas que están escondidas dejo de mi cama, Natha de suerte no se ha dado cuenta y eso agradezco mucho. Busco mi pantalón negro de seda, con mi blusa negra y no puede faltar mi chaqueta de cuero. Me comienzo a vestir, mis zapatos de cuero negro me reciben, no lo pienso dos veces y me los pongo. Me levanté de mi cama y saco de mi almohada una pequeña navaja y esa me la pongo en mi pie derecho. Ahora sí estoy lista, cogo mi maleta y me la pongo en mi espalda, estoy por salir y me acuerdo de mi gorra, eso no lo puedo olvidar. Cogo mi gorra negra y la llevo en la mano.
Salgo de mi cuarto y lo primero que veo es a Nathasa, mierda, se supone que debería de llegar en dos horas. Se levanta del mueble al verme.
— ¿A dónde vas a esta hora, Ana?
—Me voy a reunir con Andy.
—¿Él cantinero?
— Si.
—¿Por qué a esta hora?, son las diez de la noche. — dice confundida.
¿Por qué llegó temprano? Se supone que debería de estar en el trabajo.
—Tiene turno tarde y quedamos que después de que él termine vamos a cenar.
Sonríe de lado a lado.
—Eso pequeña. Te deseo suerte y si van a tener relaciones sexuales, no te olvides de la protección.
—No soy una bebé, Natha, solo vamos a comer nada más.
—Me alegra que quieras seguir conociendo a otro pretendientes y no te quedes sola.
—Nunca estaré sola. Tengo a mis dos hijos y también te tengo a tí. — le sonrió — . Bueno, ya me voy... luego llego tarde.
— Disfruta.
Asiento y con eso me dirijo a la puerta de la salida y salgo. Sé que Natha me estará vigilando mientras cogí un taxi y dos hago, llegó a la parte baja del edificio y cruzo la calle, veo que viene un taxi y me hago pare, me embarco... dejo que el taxi de la vuelta en una esquina y me quedo. Al abrir la puerta me recibí mi socio y amigo.
