CAPÍTULO TREINTA Y TRES

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Josué

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Josué.

Es raro, lo sé. Llegó una semana que no sé nada de Danis, llegué incluso a pensar que iba a venir por mí y me llevaría de regreso a Rusia, pero no. Ni siquiera me llama y eso me  molesta. Pero después de todo él término conmigo así que no tiene obligación a estar pendiente de mí. Pero igual quiero que lo esté.

Salgo de mi cuarto, desde que regrese de Rusia me estoy quedando en la casa de mis padres. La pequeña y molestosa de Marle no está. Tiene departamento, eso no puede ser. Me tocará hacerle una visita.

Bajo la escalera, no veo a nadie, pero escucho risas que provienen de la cocina, me imagino que todos están ahí, camino hasta el comedor y definitivamente están mis padres.

—Hola. — saludo y mis padres me miran con esa sonrisa que siempre me sonríe. Nada a cambiado.

—Te estamos esperando para desayunar.

—Eso suena perfecto — digo mientras me acerco y me siento en el comedor de la cocina —¿Qué hay de comer?

—Tu comida favorita. Chuleta con ensalada rusa.

La sonrisa que tenía en mi rostro se borra por completo. Danis siempre me compraba esa comida, mierda. Mis padres ven mi rostro por qué veo la preocupación en ellos.

—¿Está todo bien, Josué?

—No es mi comida favorita. — digo cortante mi el ceño de mi papá se frunce, lo sé. Cómo voy a cambiar mis gusto de la noche a la mañana. Mi papá habla con preocupación.

—¿Es por lo que pasó en Rusia?

Asiento, odio saber que ellos saben de mi relación con Danis. No quería que ellos supieran esto, sé que Danis era enemigo de Harry, lo intento matar, pero él no tenía la culpa. Solo quería proteger a su mamá, por eso y más cosas me enamoré de él.  Pero él imbécil me dejó. Y eso me duele. Duele saber que amo a una persona que es un asesino, pero no puedo culparme, el amor llega de la nada y eso pasó.

—No. De tanto comerla, dejo de gustarme. — miento como siempre, estoy viendo a ser ese Josué que ocultaba todo, pero es lo mejor.

—¿Seguro?— pregunta mi madre y eso hace que me duele cada vez pregunta y no sé como poder controlar el dolor que tengo, me levanto de la mesa con una sonrisa alegre, no puedo demostrar dolor.

—Si. Ya me voy, tengo que ir a visitar a Marle, ya voy tarde.

Con eso me volteo y dejo de sonreír, camino a paso rápido para poder llegar a mi habitación, no dejaré que nadie mal por un imbécil que no quiso como yo lo quise a él, pero eso es el paso. Llegó a mi cuarto y las lágrimas caen por mis mejillas, definitivamente me enamoré jodidamente de Danis. Pero sé que también lo voy a olvidar. Solo necesito tiempo, quizás es hora de aceptar esa beca de gastronomía en Estados Unidos, después de todo, es lo que amo y eso me tendrá ocupado y lejos de Danis. Es lo mejor.

¿QUIZÁS UN NOSOTROS? (LIBRO 2 ) " BORRADOR" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora