Anastasia.
Miro esta mansión grande antes de entrar, está haciendo sol, ¿quizás sea el último que vea? No lo sé, pero sí sé que mis hijos van a salir de esto, me asegure de que no le pase nada, primero ellos, luego Harry y por ultimo seré yo, me duele saber que deje al amor de mi vida en un hospital, pero me aseguré de que sepa lo mucho que lo amo y eso es lo importante, solo espero que Harry este bien y se recupere pronto y así pueda cuidar a los gemelos, porque se ellos van a salir de esta, yo no sé.
—Mi jefe la está esperando puede seguir. —habla en mi espalda uno de los imbéciles que me recogió y me trajo aquí, me giro suavemente y le tiro una mirada fría.
—No te estoy preguntando si me estas esperando. Si sé que me espera el imbécil de tu jefe.
Dejo de mirarlo y sigo el camino, es hora de ir por mis hijos. Entro a la mansión y al entrar veo una casa lujosa, era de esperarse él imbécil si tiene mucho dinero, sigo el camino y puedo ver una figura parada a los lejos y seguro tiene que ser Lucas, nunca lo he visto y hoy lo veré por primera vez.
—Sigue Reyna, estas en casa.
Habla la figura que se encuentra dándome la espalda. Me sigo acercando paso a paso, si este tiene que ser el imbécil que he querido matar desde que intento matar hace cinco años atrás.
— ¿Lucas? ¿Eres Lucas?
Se da la vuelta y lo veo por fin, su rostro es un poco adulto pero no mucho, tiene barba un poquito larga, sus ojos son azules como oscuros, rostro definido, cabello negro, su rostro muestra frialdad, es alto, su piel es blanca, el cuerpo es tonificado, se ve que tiene buen cuerpo, pero eso no quita que sea un maldito asesino.
—El mismo que viste en casa, Anastasia.
— ¿Dónde están mis hijos?
—Shh. No es el momento Reyna, tenemos mucho que conversar.
—Tú y yo no tenemos nada de qué hablar, así que dime, ¿Dónde están mis hijos?
Me mira fijamente y se le forma una gran sonrisa en su rostro, es un maldito psicópata, se acerca a donde estoy y lleva su mano a mi mejilla y yo giro mi rostro, no necesito que nadie me toque, solo Harry.
—No me gustan que me lleven la contraria. Ya saben qué hacer. —no acabo de procesar nada y veo como sujetan mis manos los hombre de ese imbécil, no me dejo sujetar e intento luchar con los dos y logro golpear a uno, pero cuando intentó golpear al otro alguien me giro brutamente y me da un golpe en mi mejilla, caigo al piso con el impacto y al volver a mirar a la persona que me golpeo veo al imbécil.
—Viste lo que tengo que hacer para que te comportes.
—No me vuelvas a golpear en tu vida imbécil.
—Eso ya lo veremos Reyna. Ya saben qué hacer.
Sus hombres me vuelven a sujetar y puedo ver perfectamente como el imbécil comienza a subir al segundo piso. Y yo atrás de él con su maldito hombre. Miro cada alrededor necesito detalles para poder lograr escapar de aquí con mis hijos, seguimos caminando y veo como entra Lucas en un cuarto y de ahí también entramos, al entrar me sorprendo porque veo en una esquina a mis dos hijos, están amarrados, pero no veo que estén llorando, están tranquilos. Mis hijos me ven y me regalan una pequeña sonrisa, ellos están bien y eso me emociona.
—Mami, sabias que ibas a venir por nosotros. — me habla bella con una sonrisa en su rostro.
— ¿Están bien? ¿Se encuentran asustados?
—No, sabíamos que venias por nosotros. Mi papá también va a venir.
Se forma un nudo en mi garganta, ellos no saben que su papá no vendrá, él está en un hospital, recuperándose, no sabe que estamos aquí luchando por nuestra vida. Pero la afirmación de Matteo me duele, él sabe que puede contar con su papá, pero lo que no sabe es que esta vez no podrá venir por nosotros
—Qué lindo, pero su papá no vendrá, ¿verdad, Anastasia?
Mi mirada desafiante caen en el imbécil de Lucas, nadie destruye esperanza de mis hijos, si ellos quieren creer que lo hagan.
—Cállate. Dime, ¿Qué esperas de mí?
—La realidad no mucho, tú sabes para que lo que viniste, así que comencemos.
No logro reaccionar bien y me encuentro sometidas por sus empleados, miro a mis hijos y también están igual, Bella está golpeando a uno con su pequeñas manos, Matteo está que patea fuerte mientras con su mano no deja de golpearlo, se me forma una pequeña sonrisa, ellos son los Willians Brown.
—No tenía pensando hacerlo, pero quiero que tus hijos tengan un último recuerdo de su madre, quizás no sea el más bonito, pero sé que siempre lo van a recordar este día, lo mismo haré con Harry, pero no lo que te voy hacer a ti, con él las cosas son diferentes.
— ¿A qué te refieres?
—Es algo que siempre he querido de ti, como también de Josué, por cierto pronto iré con él. Ya Danis está muerto, ahora lo tendré solo para mí.
— ¿Quién dice que Danis está muerto? ¿Tú? Si piensas que Josué estará contigo, te equivocas, puedes ser él único hombre en el mundo y él nunca te va a elegir, imbécil.
Apenas salen esas palabras se acerca a mí y me da una fuerte cachetada, el impacto fue fuerte que me quede unos segundo sin moverme, pero escuche el grito de mis hijos.
— ¿Cómo te atreves a pegarle a mi mamá? —grita Bella y seguido de Matteo.
— ¿Acaso no sabes quién es mi papá? Por lo que acabas de hacer mi papá va a acabar contigo.
Lucas se da la vuelta y mira a mis hijos, se escucha su fuerte risa, eso me molesta.
— ¿Acaso no ves por aquí? Porque yo no, ya dejen de soñar pequeños insolentes. Su papá está en una cama de hospital, ¿saben el por qué? no, yo lo mande, eso es verdad, ¿cierto, Anastasia?
—Cállate, Lucas.
— ¿Por qué? Diles la verdad a tus hijos.
— ¡Que te calles!
—Ya me canse de esto, vamos a lo que vine —dice aquellas palabras y se acerca más a mí, me preocupa su cercanía, cuando está cerca mío eso me pone alerta, de un solo tirón arranca mi pequeña blusa negra que llevaba.
— ¿Qué mierda haces? — grito exaltada, intento lo que aflojarme del agarre de sus hombres.
—Te dije que es algo que quería y ahora voy a tomar, lo siento por tus hijos, ellos verán todo. — niego mientras intento alejarme.
—No, por favor. —ruego, mientras intento ser fuerte, pero él imbécil se acerca a mi cuello y comienza a dejar besos, eso me da asco.
—Mami, ¿Qué estás pasando? —pregunta mi pequeña hija y eso que la mire, ella está expectante a mi respuesta.
—Nada, bebe. Mis preciosos hijos cierren los ojos, ¿sí?
—Claro mamá. — dice al mismo tiempo.
—Por favor, Lucas, sé que no quieres hacer esto.
— ¿Quién dice que no? Por qué mi respuesta es sí.
Cierro los ojos, no aguanto ver como este imbécil me está tocando, puedo sentir sus manos en mi brasier y eso me pone en alerta, ¿no pensara desabrochar? Pero se detiene cuando la puerta se abre de golpe, quiero ver quien entra, pero mi miedo es más a llegar a pensar que puede ser Steven. Mantengo mis ojos cerrado, no quiero ver nada.
— ¡Quita tus putas manos de mi Mujer, imbécil!
Escucho la voz de Harry y eso hace que abra mis ojos de golpe y mi mirada cae en la puerta y lo veo perfectamente, se encuentra vestido todo de negro, se ve hermoso.
— ¡Papá si viniste por nosotros! —exclama Bella emocionada.
—Siempre vendré por ustedes, mi familia.
Nota de la autora:
Hola diablillos, Cómo están? Espero que bien. Por fin es miércoles, yo sé que ustedes esperaba esta semana, por aquí estoy, espero que le guste el capítulo, no vemos el viernes, no se olviden de votar y comentar.
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¿QUIZÁS UN NOSOTROS? (LIBRO 2 ) " BORRADOR"
RomanceLibro II "DESEPERATE LOVE" Una historia a base de mentira nunca tiene un final feliz y esta fue la mía, no sé en que momento pero perdí a la persona que estaba conmigo en todo momento. NO pensé que Anastasia Brown fuera la persona que fuera a dequel...