CAPÍTULO CUARENTA Y SEIS

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Harry

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Harry

La rabia me consume cuando mi hombre me dice que él imbécil de Lucas está tomando a mi mujer, subo rápido esta mansión, con mi arma en mano y el silenciador mato a cualquiera que se me atraviese en el camino, tengo que llegar a salvar a mi familia. Llego al segundo piso y veo a muchos de sus hombre, miro a mis hombres y le señalo los objetos y esto van por ellos, me giro y poco y le pregunto a mi hombre.

— ¿En qué habitación está?

—En la última jefe.

—Tú vas conmigo, los demás que se encarguen de todos los imbécil que encuentre y si por si acaso llega a aparecer Steven, que no lo maten, lo quiero vivo, ¿está claro?

—SI jefe, ya dio las instrucciones. — enciende el audífono que tiene y comienza a hablar y me doy cuenta que si estás dando la indicaciones porque todos se quedan quietos mientras escuchan, luego veo que cierra el audio y me mira —. Jefe todo esta listo.

—Perfecto, entonces vamos.

Comenzamos a caminar con cuidado, mis demás hombre pusieron una trampa en la parte de abajo y todos se están dirigiendo a la parte de abajo y eso es una buena señal, seguimos caminando, pero nos detenemos al instante porque hay dos personas que están cuidando la entra a la habitación.

—Yo izquierda, tú derecha.

Hace lo que digo y en cuestión de segundos matamos a los encargando de cuidar la puerta. Seguimos caminando y llegamos a la habitación, no pienso nada y derribo la puerta, la imagen que encuentro al abrirla me destroza, ese imbécil tiene su sucias manos en el cuerpo de mi mujer, su manos se encuentra en la parte en la espalda, mi Chaparrita tiene los ojos cerrados al igual que mis hijos, espera, ¿Qué hacen mis hijos aquí? No me digan que ese imbécil planeaba que mis hijos vieran como intentaba aprovecharse mi mujer. Maldito imbécil.

— ¡Quita tus putas manos de mi Mujer, imbécil!

Grito y eso hace sobresaltar a Lucas, se asusta, eso asústate que ya vine por ti y hoy no te vas a salvar, mi mujer abre sus ojos y puedo ver esperanza en ella, si amor, aquí estoy, no te preocupes, el grito de mi hija hace que vuelva a mirar donde se encuentra.

— ¡Papá si viniste por nosotros! —exclama Bella emocionada. Le doy una pequeña sonrisa, ellos necesita que todo está bien.

—Siempre vendré por ustedes, mi familia. —respondo y miro a Matteo, él está tranquilo, igual a Bella y no entiendo el por qué.

—Sabias que ibas a venir por nosotros papá, protegí a mi hermana. No tenemos miedo, somos valientes como ustedes dos. —habla Matteo y me hace sonreír, ellos son fuerte y eso me llena de emoción.

—Hicieron un gran trabajo, no deben de tener miedo, ahora yo estoy aquí por ustedes. Papá está para ustedes.

Miro a mis hombres y hablo.

¿QUIZÁS UN NOSOTROS? (LIBRO 2 ) " BORRADOR" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora