¿QUIZÁS UN NOSOTROS? (LIBRO 2 ) " BORRADOR"

CAPÍTULO VEINTICINCO

Harry.

Sabía que algo como esto podia pasar. Me encuentro con mi ropa toda negra, mi chaqueta del mismo color, no puede faltar mis armas , tengo que matar a ese imbécil que nos ha estado vendiendo, ¿Cómo mierda se le ocurre meterse con alguien como yo? Fue una mala decisión, conmigo el que se mete, no sale vivo y el tampoco lo hará. Tenia una reunión con Anastasia, pero ella me  canceló a último minuto y eso me estreso un poco. Por eso estoy aquí esperando por esa rata. Necesito quitar todo el enojo que tengo.

Mi presa sale de su escondite, él sabe que lo estoy buscando, no fue difícil encontrarlo si tengo a mi amigo Marco que rastreo la ubicación, mi mejor amigo está ocupado en Inglaterra al cuidado de mi hermana, algo que todavía no me convence, pero quiero que ella esté viva. Eso es lo que importa. Me bajo de mi moto. Negra es una sukuzi Gixxer, amo esta moto. Dejo mi casco en el asiento con mucho cuidado y de manera lenta. Mi presa no tiene escape, veo como camina a una tienda que está al frente de su casa. Su casa es bonita pero pequeña, pero eso no importa, comienzo a caminar paso despacio y veo como él deja de sonreír a la señora de la tienda y se dirige de nuevo a su casa.

Sigo sus pasos hasta que él abre la puerta, sé que el siente algo, por qué antes de abrir la puerta él mira a mi dirección. Su mirada choca con la mía y le muestro una pequeña sonrisa. Toda la felicidad que tenía se fue de su rostro. Si imbécil llegó tu pesadilla. Abre la puerta y entra de manera rápida, intenta cerrar la puerta, pero yo llego y lo impido. Cómo es costumbre de ver qué no puede conmigo comienza a correr, lo dejo correr, igual no podrá escapar. Saltaba por la ventana de la casa y solo sonrió. Cojo una silla, la pongo en el medio de la sala, me siento. Miro mi reloj de mi muñeca derecha, cuento. Uno, dos, tres, la puerta se abre y de esta entran dos de mis hombres sujetamos al imbécil de ambos brazos.

—¿Pensaste que ibas a escapar rata?

—Por favor, Harry. No me hagas nada.

Sonrío, mientras me levanto de mi silla, doy un paso corto pero despacio. No quiero terminar con esto rápido, quiero que sea lento y doloroso.

—¿Qué no te mates? Eso es muy ridículo, tú sabes lo que le pasa a las ratas como vos.

—Por favor.

—¡Cállate! ¡Cierra la maldita boca! Yo odio a las personas que juegan conmigo y tú lo sabes, pero te importa mierda mis reglas y nos vendiste. Perdimos quince millones de drogas en Inglaterra, imbécil. — le doy un puñetazo en su abdomen, el se queja —. Qué se arrodille. — hablo y mis hombres le golpean las piernas y el cae al piso.

Así me gusta que vea a las personas. Soy superior para ellos, eso deben de entenderlo. Nunca jueguen conmigo.

—Harry, por favor.

—¡Qué te calles! No quiero escuchar tu ruidosa voz, ya no tienes nada que decir, aún creo que sí. ¿Dónde está Lucas?

Niega. Odio que me haga eso. Saco la navaja  que está en el bolsillo en la parte de adentro de mi chaqueta negra, le clavo la navaja en su pierna derecha, su grito de dolor me hace sonreír, saco la navaja y está vez le clavo en su abdomen. Me gusta hacer sufrir a las personas, me acerco a su mano derecha y sujeto su dedo meñique, como se mueve mucho mis hombres lo sujetan con más fuerza, aprovecho eso y el corto su dedo. Disfruto de su grito mientras veo como la sangre sale de él.

—Ahora si. ¿Dónde está, Lucas?

—En serio, no lo sé — dice entre súplicas, sonrío, amo que sufran, sufrir es bueno a veces. Pero a mí me gusta ver sufrir a las personas, no sufrir yo.

—No entiendes que quiero una respuesta.

—Lo entiendo, pero no lo sé... lo último que sé es que sus negocios son de Estados Unidos, pero él vive en Colombia.

Mi rostro otra vez vuelve a estar serio, ¿Colombia? Bonito nombre, pero, ¿Por qué ese país?

—¿Por qué?

—No lo sé. — asiento, mientras saco el arma que está detrás de mi chaqueta. La saco y apunto su cabeza —. Harry, por favor, ya te dije todo lo que sabía.

—Espero que te pudras en el infierno, traidor.

Con eso disparo el arma. Ya me dijo lo que quería. Ahora solo necesito saber que intenta hacer, Lucas, en Colombia. Sé que algo se trae entre manos y eso tiene que ser grande. Tengo un mal presentimiento.

*********

Miro a la persona menos esperada al frente mío. Llevo dos días que llegue a Italia, pensé que mi felicidad iba a durar mucho pero no, fue muy corta. Anastasia está en su casa y yo estoy en este departamento solo, bueno no tan solo. Si no con el imbécil de Marco, pero aquí está.

—Directo al punto. Odio tener que perder mi poco tiempo contigo.

Esos ojos azules. Él mismo color del imbécil de Danis, pero no quiero saber nada de él. Lo odio por lastimar a mi hermano. Con un Willians nadie se mete y él lo sabe pronto lo encontraré y le daré una lección.

—Directo como siempre. Pero sabes que estoy investigando a cerca de tu enemigo, ¿O ya te olvidaste de eso?

—No.

—Es bueno saberlo. Cómo decía, tengo información pero no te va a gustar.

No sé pero tengo un mal presentimiento por lo que va a decirme.

—Dilo.

—Anastasia. — Fruncio el ceño, ¿de qué está hablando? No comprendo nada.

—¿Por qué está metiendo a Anastasia en esto?— pregunto enojado.

—Porque ella es la clave, Harry. Anastasia está trabajando para Steven, la mano derecha de Lucas. Y ese imbécil de Lucas es el líder de todo el cartel de Estados Unidos, él que te quiere muerto, él que mando a matar a las chicas, pero están vivas. ¿Entiendo lo que quiero decirte?

Niego.

—Anastasia es infiltrada. Seguro está infiltrada para buscar venganza.

—¿Por qué ella buscaría venganza si perdió la memoria?Al menos...

—Nunca perdió la memoria. — completa la oración por mi Marco.

Me levanto de mi silla, eso no es cierto. Ella no recuerda nada. Llegó a dónde esta mi amigo, pero no veo nada en su rostro. Y eso me preocupa.

—Ella está en peligro, tus hijos están en peligro, Harry. Ella no dice nada, pero la he estado siguiendo y todos los días se va a un lugar de entrenamiento, ella si recuerda todo, Harry. Es una asesina, se ha convertido en una asesina, mata sin piedad.

Mi respiración se detiene. Ella me lo dijo.

—Esta muerto. Yo lo maté

Y no le creí.  Pensé que solo me lo decía de broma, aunque siempre he sabido que ella sabe cómo defenderse, pero no esperé llegar a escuchar estás palabras.

Nota de la autora:

Hola diablillos, cómo están. Espero que esté bien. Miércoles de actualización. Capitulo de infarto, la verdad se está revelando, eso quiere decir que estamos cerca de los capítulos finales. Pero no sé preocupe, todavía faltan muchas cosas por descubrir. Espero que le guste el capítulo, nos vemos el viernes con el capitulo de mis bebés, Luciano y Nathasa. No sé olviden de votar y comentar, besos 😘 💋